Se subasta en eBay un manuscrito del Nuevo Testamento

Se subasta en eBay un manuscrito del Nuevo Testamento

Internet es un lugar en el que sin duda puede encontrarse de todo. Cualquier cosa que busque el usuario tiene su hueco en la red, y cuando se trata de subastas aún más. eBay es casi la página de referencia para muchos en este aspecto, aunque seguro que nadie esperaba encontrar lo que apareció. ¿O acaso alguien podía pensar en toparse con una subasta en eBay de un manuscrito del Nuevo Testamento?

Sorprendente pero cierto, la página albergó el pasado enero la subasta de este histórico documento. Comenzó con una puja inicial de $99 y los expertos pronto quisieron ponerse en contacto con el vendedor. Este ha querido permanecer en el anonimato pero el Dr. Geoffrey Smith del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Texas ha hablado sobre ello.

Smith le pidió al vendedor que le permitiera estudiar el manuscrito para conocer su historia. De acuerdo al anuncio y lo declarado por el primero, el documento formaba parte de la colección privada de Harold R. Willoughby, profesor de estudios de los primeros cristianos en la Universidad de Chicago y fallecido en 1962. El vendedor, familiar de Willoughby, afirmó haberlo encontrado poco antes al abrir un maletín que había conseguido en 1990 y conservado en su ático.

Tras abrirlo, el fragmento que se encontraba protegido por un cristal «cayó literalmente de entre un grupo de cartas». Su tamaño es similar al de una tarjeta de crédito y contiene seis líneas del evangelio de Juan por un lado y un texto cristiano sin identificar por el otro. Según los análisis del Dr. Smith se puede fechar entre los años 250 y 350 d.C.

Este descubrimiento supone un acontecimiento importante para los estudios y conocimiento del cristianismo. Aunque muchos expertos se niegan a estudiar cualquier documento que provenga de colecciones privadas, el Dr. Smith se ha separado de esa línea. Ha pedido al vendedor que done el manuscrito para hacerlo público y aún se espera su respuesta y confirmación. ¿Supondrá este descubrimiento un gran cambio para la propia Iglesia? ¿Y para los creyentes? El tiempo aclarará estas dudas.

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