Esta semana Google reveló el primer prototipo de vehículo totalmente autónomo, éste carece de volantes y pedales de freno y acelerador y es totalmente diferente a los modelos que había presentado anteriormente de autos convencionales adaptados al software de Google.
El modelo de coche autónomo que Google presentó fue creado con el único propósito de que se conduzca solo y no permite el manejo convencional, por lo que los pasajeros ya no podrán tomar el control del auto.
El futurista prototipo de Google es eléctrico, dispone de dos asientos y es muy compacto; cuenta con tan sólo dos botones como únicos puntos de interacción física con el pasajero: el botón de arranque y el botón de paro de emergencia. El auto se controlará con una aplicación para móviles donde el usuario indicará el destino final del trayecto.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas en el futurista proyecto de Google. En unos cuantos años, cuando en las ciudades circulen estos coches autónomos, hay un sector en el que más repercutirán negativamente: en el sector de los taxis.
Roberto Baldwin escribe para The Next Web que durante la presentación del prototipo, Chris Urmson, director del proyecto, recalcó que ésto está en aún en pañales y que aunque los coches autónomos ahora están aprendiendo cómo manejar, no falta mucho para que aprendan todo sobro el usuario, gracias al cerebro en que Google se ha convertido.
Con la línea de productos y servicios que Google tiene ahora, sabe mucho de cada usuario. Con Gmail, Google Maps, Android y ahora la función de Google Now que sabe, por ejemplo, cuando estás en la oficina y cuánto tardarás en llegar a casa según el tráfico actual.
“Cuando te subes a un taxi la primera pregunta es ¿A dónde se dirige? Cuando Google lance una flota de coches autónomos en tu ciudad, si está vinculado a tus servicios de Google, no tendrá que preguntar. Sabrá que tienes que estar en tu trabajo en 30 minutos y que cada domingo a medio día vas a hacer las compras” escribe Baldwin.
Es por esto que los taxis entrarán en peligro de extinción, así como otros servicios como Uber y Lyft, que permiten al usuario pedir autos a través de una aplicación. El auto de Google aprenderá los patrones del usuario y te estará esperando a la vuelta de la esquina justo cuando lo necesites.
“El auto será más que un vehículo ecológico y seguro, puede terminar con otras formas de transporte sobre demanda como los taxis, Uber y Lyft, que no podrán competir contra la mente con ruedas que estos autos serán” finaliza Baldwin.
Así es, quizá falta una década o más para que este escenario sea la realidad. Pero de lo que estamos seguros es que Google no dejará de desdibujar la frontera entre la realidad y la ficción, todo para llevarnos al verdadero siglo XXI. Y nosotros que creíamos ya haberlo visto todo.