Nunca debemos dejar ningún dispositivo al que se pueda acceder a través de internet con las claves de fábrica, por ejemplo el router, si cambiamos la contraseña que trae preestablecida será mucho más complicado que el vecino nos robe el WiFi. Lo mismo ocurre con las cámaras IP o webcams conectadas a internet.
Si conectamos una webcam a internet y no modificamos los datos de acceso de fábrica, cualquiera podrá acceder a ella y lo peor de todo es que es totalmente legal, puesto que es una negligencia del usuario que no ha modificado las claves predefinidas.
Esto es lo que le está sucediendo a miles de personas en todo el mundo. Una web rusa se encarga de rastrear internet en busca de estas webcams y las tiene registradas a solo un click para que cualquiera podamos acceder a ella.
La web rusa cargada de webcams lleva en funcionamiento un mes aproximadamente, y se ha alertado de su existencia cuando la policía de Canadá alertó a las agencias de seguridad británicas y estadounidenses de dicha web rusa con webcams de todo el mundo, principalmente EE.UU., Francia y Holanda, países de los que hay miles de webcams. España está en el Top Ten con acceso a 378 de estas cámaras.
Las autoridades han solicitado el cierre de dicha web rusa, pero aun sigue activa, aunque no se puede acceder a las webcams, solo queda una imagen estática de lo que hubo. Si queréis curiosear un poco la página en cuestión es www.insecam.cc.
Sobre todo encontramos cámaras de establecimientos y almacenes, pero hay de todo; desde cámaras para vigilar a los bebes mientras los padres están fuera, cámaras de “seguridad” para locales, oficinas… en incluso el salón o algunas estancias de hogares “privados”.
Para no caer en este tipo de “trampas”, el consejo ya os lo dimos al principio, modificar las contraseñas de todos los dispositivos con conexión a internet. Y si tras este revuelo con la web rusa de webcams sigues preocupado por si te vigilan, el clásico Post-it tapando la cámara es infalible.