Desde que comenzó el auge de las comunicaciones inalámbricas hace apenas unos años siempre ha habido cierta conspiranoia en torno a los efectos nocivos que las ondas electromagnéticas pueden causar en nuestra salud y la de otros seres vivos. Aquí mismo hablamos hace unos meses de los problemas que el Wifi puede generar en las plantas según un estudio realizado en Dinamarca.
Hoy en día este tipo de ondas nos rodean, es más, nos atraviesan continuamente sin que nosotros lo percibamos. Cada vez hay más científicos que se postulan en contra de las conexiones inalámbricas y advierten de los efectos adversos que el Wifi o las conexiones de los móviles nos pueden ocasionar.
Martin Pall, profesor de Bioquímica y Ciencias Médicas en la Universidad de Washington ha hablado en varias ocasiones de este tema. Recientemente ha sido publicado un estudio a través de GlobalResearch con teorías que afirman que el Wifi y estos tipos de ondas electromagnéticas podrían estar detrás de enfermedades como la muerte súbita cardíaca, el debilitamiento del sistema inmunológico o la fibromialgia. Otros investigadores como Erica Mallery también los han relacionado con el estrés.
Los efectos adversos del Wifi ya han sido probados también en organismos multicelulares como moluscos; por lo que los científicos están intentando hacer que tomemos conciencia del peligro que nos acecha e incluso instan a los gobernantes a tomar las medidas oportunas ante lo que podría ser un gran problema del siglo 21.
Algunas teorías dicen que el Wifi puede ser especialmente nocivo para niños y mujeres embarazadas Mientras todo se aclara o se toman medidas al respecto, es conveniente que nos vayamos concienciando y tomando ciertas precauciones. Personalmente desde hace tiempo intento alejar el smartphone mientras duermo, así como ponerlo cerca del corazón, la cabeza o los testículos.