Desde la creación de la empresa Uber, esta ha estado rodeada por la polémica. Los taxistas mostraron su descontento con varias huelgas a lo largo del mundo e incluso algunos países lo declararon ilegal. Últimamente parecía que había abandonado el ojo del huracán, sin embargo se ha tratado más bien de la calma que precede a la tormenta. Y es que Travis Kalanick, CEO de Uber, ha sido demandado por plagio.
La demanda ha sido realizada por Kevin Halpern. Quizá de primeras su nombre no suene a la mayoría, y es que su empresa Celluride no ha llegado a ser tan conocida. Su función es la de poner en contacto a usuarios con conductores mediante el teléfono, lo que ya es conocido que hace Uber. De acuerdo a las declaraciones de Halpern, el CEO de Uber conocía su idea de crear un servicio de estas características desde 2006. «Kalanick creó una réplica exacta de Celluride y lo llamó Uber (…) En 2006, años antes de que Uber fuera fundada, yo compartí con Kalanick la idea de Celluride en numerosas ocasiones, y le detallé los planes de una nueva industria«.
Esta acusación contra el CEO de Uber ya ha sido recogida por la Corte Superior de San Francisco. Y esas no han sido las únicas palabras «dedicadas» a su antiguo vecino de oficina. Halpern presentó un vídeo titulado «Grand Theft Uber» en el que detalla cómo Kalanick no tenía todas las ideas que deseaba en ese momento y cómo logró ganarse su confianza hasta el punto de hablarse sobre su idea de Celluride.
Obviamente el CEO de Uber ha contado con el apoyo y defensa de su empresa. La portavoz Kristin Carvell declaró en un correo electrónico a CNNMoney que «Estas afirmaciones son totalmente infundadas«. Sin embargo el debate vuelve a estar servido. La controversia es ya casi parte intrínseca de Uber, y en esta ocasión serán los tribunales los que le den o quiten la razón.