Seguro que has oído la palabra “marca” un millón de veces en relación con las redes sociales y el marketing, pero la marca verdaderamente importante es la tuya. Tu “marca personal” es la que atrae seguidores interesados en ti, en lo que vendes, en ser amigos tuyos; la fuerza de tu marca personal es la clave del éxito de tu sitio web y tus perfiles y cuentas en las redes.
Me gusta distinguir los pequeños matices de las marcas en las diferentes plataformas, aunque la esencia sea la misma. Y me gusta hablar primero de marcas personales antes que de las corporativas, porque una vez entendidas las primeras, es más fácil entender la marca de tu empresa como una extensión de tu marca personal.
Eres una marca. Te guste o no, es lo que hay, especialmente si necesitas cierta notoriedad para ofrecer tus servicios o los de tu empresa. Tu marca personal es tu tarjeta de presentación ante la mayoría de la gente. No es por asustarte, pero no estamos hablando solo de un tipo de letra, unos colores y unos dibujos. Tu marca es integral, la gente ve un personaje con todas sus características, y por eso es fundamental que te plantees seriamente qué imagen quieres proyectar, qué es lo que quieres que la gente perciba y cómo te distingues del resto. La marca personal es un generador de influencias que pueden convertirse en oportunidades, y esto es así sea cual sea el sector en el que trabajas.
Las redes sociales son fundamentales para tu marca. Si buscas tu nombre en Google, lo más probable es que los primeros resultados sean tus perfiles en las redes. Por tanto, asegúrate de que tu actividad y tus cuentas en las redes sociales sean coherentes con el mensaje que quieres transmitir. Cada una de las plataformas en las que tengas actividad debe contribuir a generar el nivel de influencia que necesitas.
Las redes sociales y el desarrollo de tu marca personal van de la mano. Y el contenido que generas es clave para mejorar tu credibilidad, ampliar tu nicho de mercado y generar oportunidades para crecer. Escribo a continuación una lista de elementos que pueden ayudarte a avanzar en la dirección correcta. ¿Dónde puedes marcar la diferencia?:
- Identifica tu nicho: Piensa detenidamente y ten claras las tres cosas en las que eres experto. Para ello, piensa en qué temas o campos podrías hablar con quien fuera sin miedo a meter la pata.
- Tu personaje: ¿eres gracioso? Quizá seas más bien serio y confiable… o muy inteligente, o muy entretenido, o… Sea lo que sea, tienes que reflejarlo de forma coherente en tus descripciones e imágenes.
- Aspecto visual: recuerda que las primeras impresiones son muy importantes, también en la web. Lo que pones online puede quedar para siempre, así que dedica tiempo a pensar en el aspecto visual y formal de tus contenidos y perfiles.
- Bio: Si el contenido en general es importante, el de tu bio es fundamental. Asegúrate de describir con inteligencia y de forma atrayente quién eres, qué haces, de dónde vienes y a dónde vas. Con el tiempo puedes hacer cambios, pero tu primera bio ya tiene que ser muy, muy buena.
- ¡Pásatelo bien!: Sin agobios, la creación de la marca es compleja pero el camino es divertido y lleno de sorpresas sobre ti mismo y tus circunstancias. Seguro que tienes una idea clara de quién eres, pero ¿quién creen los demás qué eres?