Twitter, la popular red social de microblogging, se está poniendo en contacto con algunos de sus usuarios debido a un posible cibertaque. Al parecer, un grupo de hackers ha invadido las cuentas de varias personas, dentro de las cuales se encuentran activistas, periodistas y expertos en seguridad de Estados Unidos y Canadá.
El comunicado de Twitter enviado a las posibles víctimas del robo de la información afirma: “Como medida de precaución, le alertamos de que su cuenta de Twitter forma parte de un pequeño grupo de cuentas que pueden haber sido objetivo de ciertos actores financiados. Creemos que esos actores (posiblemente asociados con gobiernos) pueden haber intentado obtener información, como la dirección de correo electrónico, direcciones de IP y/o números de teléfono.”
“En este momento, no tenemos evidencia alguna de que hayan obtenido información de su cuenta, pero estamos investigándolo -continúa el texto-. «Ojalá pudiéramos ofrecerle más datos, pero no disponemos de más en este momento.”
Según “The Guardian”, más de 20 usuarios habrían recibido este comunicado. Entre ellos, se encuentran el consultor de comunicación austriaco @marcoschreuder; la confundadora de CryptoParty Minnesota y experta en cifrado @myriadmystic; y la experta en privacidad y seguridad @runasand, todos ellos reconocidos por su trabajo por crear y mantener una óptima seguridad virtual en norteamérica.
La “BBC” indica que los gobiernos de China y de Corea del Norte podrían ser los responsables de estos ataques aunque Pyongyang ya lo ha negado.
Queda claro, que las redes sociales ya no son solo para comunicarse, compartir recuerdos y expresarse. Las redes sociales han pasado a ser poderosas armas que si son usadas por las manos equivocadas, pueden provocar, o ayudar a provocar, desgracias similares ala ocurrida en Paris el pasado noviembre. Basta esperar más noticias sobre estos percances ya que sin duda, este hecho no pasará desapercibido por las agencias de inteligencia de los Estados Unidos, un país ampliamente reconocido por sus altos estandares de seguridad mantenidos luego de los ataques a las Torres Gemelas en el 2001.