Todo indica a que el problema se est{a generalizando entre las grandes marcas. Apple Inc. ha indicado esta semana que está investigando algunos casos en los que celulares de su marca han hecho combustión, e incluso explotado, mientras estaban siendo cargados. Apple también afirmó que han comenzado a recibir noticias de que algunos de sus modelos (en especial los modelos del iPhone 6) han comenzado a recalentarse excesivamente durante el tiempo de carga, una noticia que, dados lo accidentes registrados a la fecha con el Samsung Galaxy Note 7, no es nada grata para los clientes.
Uno de los últimos reportes de estos accidentes fue publicado por el sitio web abc30.com, una página californiana que ha reportado la explosión de varios de los teléfonos de Apple, entre los cuales se mencionan un iPhone 7, un iPhone 7 Plus y un iPhone 6 Plus, además de otro nuevo iPhone 6 Plus, que según reportó su propietario, terminó también incinerado y dañó el mueble sobre el cual estaba siendo cargado.
Otro de los sitios web más populares de tecnología en inglés, edgadget.com, también ha publicado otro caso similar. La dueña del iPhone del cual se escribe en el sitio, Yvette Estrada, asegura que su iPhone se prendió en llamas luego de haber lanzado un par de chispas, y luego explotó a mitad de la noche.
«Escuché el sonido de algunas chispas, como un cortocircuito. Luego empezamos a ir sonidos de pequeñas explosiones, y después el fuego salió por la pantalla», aseguró Estrada. «No tuve tiempo para ver que era, simplemente corrí para ponerme a salvo pensando que era una falla eléctrica». Cuando los bomberos llegaron a casa, encontraron el teléfono prácticamente derretido, un mueble dañado y algunos manteles consumidos por las llamas.
Sin duda se trata de accidentes poco agradables que no debería ocurrir dada la confianza que cada uno de nosotros pone en sus dispositivos. Sin duda, las grandes compañías deberán trabajar en estos casos y dar las explicaciones necesarias, ya que de seguir viéndose casos de este tipo, se podría desarrollar un miedo generalizado a las explosiones de dispositivos de ‘alta gama’.