En un mundo donde ya hay teléfonos, televisores, lavadoras, coches y hasta hogares inteligentes, la pregunta esencial es: ¿qué más podemos necesitar? Bueno, parece que Starbucks nos quiere llevar incluso más allá al anunciar que ha comenzado la venta de la que es la primera taza inteligente del mundo. Según el comunicada hecho por la compañía experta en café, cien de sus tiendas Starbucks ya están vendiendo tazas de café inteligentes hechas por la tecnológica Ember. La taza se mantiene conectada a Internet y permite que los usuarios ajusten la temperatura del líquido dentro de misma a través de una aplicación de la marca.
«El dispositivo ha sido el resultado del trabajo de varios meses, pero que va a ser fascinante para ver si se despega,» afirmaron representantes de Ember. La taza Ember cuesta $ 150, cantidad que es $10 mayor a los $140 que cuestan los Spectacles de Snap Inc. que permiten las grabación de vídeos a través de las gafas, tres veces mayor al precio de un Kindle Fire, y casi el precio de un Smartphone de gama baja media. Un precio algo elevado, ¿pero valdrá la pena?
Sin duda que sí. Si hay algo que debemos tener claro es que el mundo está lleno de entusiastas sobre todas las cosas, y el grupo de entusiastas del café es enorme. Yo personalmente conozco a personas quienes siempre viajan con su taza de café a todos lados y que además, disfrutan su café a una temperatura específica. Para ellos, esta tecnología puede ser la solución a su problema. La taza puede enfriar o calentar rápidamente su café a una cierta temperatura en grados Farenheit y luego mantener la temperatura allí durante el tiempo que la taza es alimentada por su base reguladora.
Finalmente, otro detalle que resulta interesantes es que Ember tiene una larga lista de inversionistas, entre lo que podemos mencionar a Demi Lovato, Nick Jonas y Ndamukong Suh. Lovato ha publicado varias fotos de la taza en su cuenta de Instagram, así que Ember no debe preocuparse por la publicidad, ya que las fotografías han alcanzado más de los 900 mil likes. ¿La comprarías?