La tecnología ofrece infinidad de opciones al ser humano, entre ellas la posibilidad de conseguir un empleo remoto o virtual, conocer culturas, aprender nuevos idiomas o profesiones y disfrutar momentos de ocio para relajarnos y disfrutar nuestro día. Pero, ¿qué sucede cuando no se le da el uso adecuado? He visto jóvenes pegados a un computador durante más de 10 horas seguidas, horas que muchos de ellos no invierten precisamente en actividades productivas.
Hace unas semanas leía acerca de la importancia que le dan algunos docentes a las herramientas tecnológicas y como se preocupan por presentarlas de una manera divertida para que resulten atractivas a sus estudiantes. Muchos jóvenes (y también muchos adultos) desconocen los beneficios de YouTube, la creación de blogs y las posibilidades de hacer contactos (networking) de manera tanto formal como informal. Son medios para idear y llevar a cabo proyectos y al mismo tiempo obtener ingresos que casi nadie se preocupa por difundir.
Las redes sociales como Facebook y Twitter, los juegos en línea como World of Warcraft, y los millones de vídeos graciosos de YouTube son algunas de las tareas en las que los jóvenes suelen invertir su día. Aclaro que estos sitios son muy entretenidos pero deben ser visitados con mesura, o ¿piensas que accediendo a ellos muchas horas al día se puede obtener algo productivo?
El problema es que mientras cada docente, instructor o la juventud misma decide tomar la iniciativa de conocer el verdadero sentido de la tecnología, se están perdiendo horas de sus vidas en actividades poco constructivas que podría ser utilizadas para conseguir un empleo online, leer un e-book, investigar en las páginas web temas de nuestro interés, conocer, etc.
¿Tú qué opinas?