Que sí, que no, ¿en qué quedamos? Esto es lo que se le podría preguntar a Sony sobre su política respecto a los videojuegos para su PS4. Porque si en un primer momento anunció que sí se podrían revender los videojuegos, en noticias publicadas a partir de la segunda semana de noviembre, se informaba que la empresa había modificado sus cláusulas y que ya no sería posible.
De ser así, para poder revender los videojuegos, ya sea bajándolos de la web o comprándolos en una tienda, se necesitaría autorización. Muy complicado, ¿no crees? ¿Te imaginas todo el trámite? ¿Habrá que escribir a Japón? ¿De verdad?
Al principio, este cambio en las reglas del juego puso muy nerviosos a todos los involucrados, vendedores y consumidores, aunque muchos consideraban que, al no existir una legislación muy específica sobre el asunto, pues se continuaría sin inconvenientes con la reventa. Según la nueva reglamentación, los usuarios tampoco podrían realizar modificaciones en las codificaciones de los sistemas.
Pero, ¿qué crees? Sony se retractó de su posición cuando ya eran muchísima la gente disgustada con estas nuevas medidas. Entonces, el presidente del gigante asiático salió a aclarar la situación. Shushei Yoshida dejó en claro que se podrán revender los juegos usados, lo que rápidamente tranquilizó a los fanáticos de PlayStation 4 y, por supuesto, a los revendedores de estos juegos. Podrán seguir compartiendo y vendiéndose entre sí los juegos que ya los hayan aburrido y adquirir aquellos que los entusiasmarán nuevamente.
Lo curioso es que la norma sigue estando ahí, pues claramente señala que los juegos no podrán revenderse, sin importar la forma en que se hayan adquirido. Ni siquiera los europeos tendrán que preocuparse porque parecía que el agua les llegaba a ellos. ¡Todos a jugar, se ha dicho! ¿O no quieres?
¿Qué opinas sobre el cambio de postura de Sony en este asunto? Por favor, deja un mensaje expresando tus comentarios. ¡Muchas gracias!