Si eres un fanático de los videojuegos y de los juegos en alta resolución, este artículo va a gustarte, pues cuando se trata de poder y rendimiento este sector del mercado es el más exigente. Es por esto que Intel no suele quedarse de brazos cruzados y se mantienen a la vanguardia con el desarrollo de nuevas alternativas para el procesamiento de gráficas, estabilidad óptima y baja latencia.
La empresa ha presentado las nuevas CPU Gamer Rocket Lake-S, las cuales según aseguran, ofrecen una evolución bastante importante en comparación con lo que venían ofreciendo, aunque hay dudas acerca de si realmente podrían ser un buen competidor para las Ryzen.
Entre los aspectos principales que destaca la marca acerca de la 11va generación de estos Intel Core para equipos de escritorio se encuentra una nueva arquitectura que propone un 19% de IPC como una de las mejoras principales. Los gráficos podrían alcanzar un 50% de mejoría y una potencia significativa durante largos períodos, manteniendo el rendimiento y el poder sin cambios en el comportamiento a pesar de largas horas de uso continuo.
Esta nueva serie de Intel Serie llega bajo el nombre de Rocket Lake, lo que deja muy en claro el mensaje que la compañía quiere enviar a sus competidores. Aquí hay potencia y velocidad, con chips basados en la arquitectura Cypress Cove, la cual superaría notablemente a los procesadores de su Serie Zen.
Para complementar este maravilloso lanzamiento, la empresa también ha lanzado una placa base bajo el modelo Z590, la cual contará con 20 slots PCI Express 4.0, con tecnología Thunderbolt 4, puertos USB 3.2 Gen 2×2 de 20 Gbps. Esta placa y la nueva CPU de la empresa son perfectamente compatibles y parecen convertirse en la combinación perfecta para quienes buscan un dispositivo de escritorio definido por el buen rendimiento y la velocidad estrepitosa de procesamiento.