Se trata de un suceso reciente, un restaurante de Seattle llegó a echar a un cliente que estaba utilizando las Google Glass pese a las indicaciones contrarias del personal del local.
El restaurante en cuestión se encuentra en Seattle y es propiedad de la misma persona que anteriormente ya había prohibido el uso de Google Glass en su bar, “The 5 Point Café”. Según parece, ha decidido extender esa prohibición a otro local de su propiedad, el restaurante “Lost Lake”.
“Recientemente, tuvimos que pedirle a un cliente maleducado que dejara el local, debido a su insistencia en usar sus Google Glass dentro del restaurante. Tenemos una política clara con respecto al uso de dicho dispositivo”, se puede leer en el sitio de Facebook del restaurante Lost Lake.
“Amablemente rogamos a nuestros clientes que se abstengan de usar las Google Glass dentro del Lost Lake. También pedimos que no graben video con ningún tipo de tecnología. Si usted usa las Google Glass dentro del lugar, o graba o toma fotografías sin nuestro permiso, se le pedirá que se detenga, o que se vaya. Y si le pedimos que se retire del lugar, por favor no monte un escándalo, es mejor retirarse y evitar llamar la atención de manera innecesaria”.
Gracias al Facebook, tenemos el punto de vista del cliente que fue vetado del lugar. Se tomó el testimonio después de que una empleada le dijera a Nick Starr y a su compañero que el uso de las Google Glass no estaba permitido en el restaurante.
“Le informé a la empleada que estaba al tanto de la política del otro local, “The 5 Point Café”, y le pedí que me mostrara donde decía en la política del “Lost Lake” que no se podían usar las Google Glass. Ella dijo que no podía darme ninguna prueba de ello y pedí hablar con el gerente. Me dijo que ella era el gerente de noche. De nuevo le informé que los dos lugares son diferentes y tienen diferentes políticas. Ella se negó a mostrarme la política y finalmente me fui”, escribió Starr.
Hay controversia sobre si el establecimiento tiene el derecho de negar el uso de las gafas inteligentes de Google. Al parecer, de acuerdo con la ley, un establecimiento puede desalojar a una persona simplemente por sentarse sin consumir nada. “Las leyes relativas a locales abiertos al público, en la mayoría de los estados, incluyendo California, impiden que los negocios prohíban la entrada simplemente por la raza, el sexo, e incluso la altura o el peso”, dice el sitio.
Mientras que el asunto con el uso de las gafas es un tanto distinto, se trataría de una prohibición no discriminatoria, completamente legal y permisible, considerada dentro de las facultades del propietario del local para organizar la convivencia en el local, y el respeto a la privacidad de su negocio y sus clientes.