Si hablamos de logros humanos, ALICE definitivamente tiene que estar en la lista. Sin duda una de las maravillas tecnológicas del siglo, pero de la que muy poco se habla. Muchos de nosotros damos por hecho una gran cantidad de aspectos que sólo pueden ser explicados tras el estudio y análisis de un gran equipo de especialistas.
La física juega un papel crucial en esto, por lo que, en este artículo conocerás algunos aspectos importantes de ALICE, un detector diseñado para el estudio de las colisiones de iones pesados. Como objetivo principal, tiene el análisis del comportamiento del plasma de quarks y gluones que pudo surgir tras el Big Bang.
El equipo se encuentra en el CERN, la organización europea para la investigación nuclear, y quizá es una de las máquinas más complejas que se atribuyen al hombre. Esto demuestra que la inversión humana, enfocada en los objetivos correctos, es capaz de crear cosas majestuosas a nivel científico.
Algunos de los experimentos que se han dado a conocer por parte del CERN, son los CMS y ATLAS. De esta manera podemos tener una idea del nivel de participación que ha tenido en la búsqueda de la comprensión de los orígenes del universo conocido. Sólo imagina que ALICE tardó 20 años en ser fabricado, y lleva este nombre por “A Large Ion Colider Experiment”.
Esto se puede traducir como un Enorme Experimento Colisionador de Iones. Se estima que los avances que puede arrojar esta tecnología, pueden multiplicar los logros alcanzados en la última década. Así pues, se puede dar soporte a teorías existentes y desarrollar nuevas hipótesis respecto a la física fundamental.
En síntesis, se puede decir que ALICE es la herramienta más potente del CERN, con la que se aspira derribar el modelo estándar. De este modo podríamos estar frente a la inminente llegada de la conocida “Nueva Física”, que abrirá un nuevo mundo de posibilidades a la ciencia.