Incluso si tienes el teléfono inteligente con mejor cámara del mercado, es imposible sacar las mejores fotografías si no se han configurado previamente ciertos ajustes relativos a la app de cámara y al tipo de fotos y vídeos que quieres obtener. Las apps para editar fotos también son una opción, pero muchas cuentan con opciones de pago o dejan una marca de agua. Así que lo mejor es asegurarte que estás sacando las mejores fotos desde el primer momento.
Y aunque estos son de esos ajustes se basarán en las preferencias de cada usuario, pero si los tomas en cuenta y realizas tu calibración, pueden ser muy útiles para muchos, independientemente de que se tenga mayor o menor habilidad fotográfica. Sin ir más lejos, yo mismo no me considero tampoco un erudito de la fotografía.
Comprobar que todo va a la nube: fun-da-men-tal
La era pre-smartphone y no tener posibilidad de hacer una copia de seguridad del móvil me trajo más de un disgusto al perder en demasiadas ocasiones fotos y otros datos importantes. Por eso, ahora siempre que inicio un móvil por primera vez trato de asegurarme de que está correctamente sincronizado con la nube para no solo no perder las fotografías, sino para también tener acceso a ellas desde otros dispositivos.
Sin cuadrícula no voy a ninguna parte
Sí, es cierto que la cuadrícula «ensucia» en cierto modo la imagen previa de la cámara. Pero cuando hago fotos no me es relevante eso, ya que me importa más el resultado. Y considero este elemento como fundamental para obtener un buen encuadre, aplicando además la regla de los tercios.
Fan del HDR (aunque no aconsejo activarlo por defecto)
El HDR, siglas de High Dynamic Range, son un conjunto de técnicas que normalmente se procesan tomando varias fotografías con el fin de tener un rango mejorado de luz que permita mejorar la calidad de las fotografías en condiciones de mala luminosidad. Y aún reconociendo que activar el modo HDR no siempre es positivo, lo cierto es que me suele gustar mucho el resultado que se obtiene incluso en situaciones donde seguramente no haría falta. No obstante, esto es cuestión de gustos.
¿Marca de agua? No, gracias
Valoro mucho el trabajo de los fabricantes en ir integrando cada vez mejores cámaras en un móvil. Sin embargo, creo que con comprar su smartphone ya lo agradezco suficiente y mostrar la marca de agua con el modelo de móvil en cada fotografía que hago me parece excesivo. Si bien ya no se lleva tanto como antaño, siempre compruebo que no esté activado este ajuste. Y si lo está, qué lástima, pero adiós.
Todo a tope de calidad
Como ya te contaré en el apartado final de este post, priorizo la calidad de las fotografías aunque esto implique que ocupen más espacio. Así, siempre trato de activar en los ajustes de la cámara que las fotografías y vídeos se tomen a la mayor resolución posible. Ahí es donde entran formatos como el RAW que, por supuesto, tengo siempre activos.
Mi móvil, mi app, mi organización
Creo que no se me daría muy bien eso de ser diseñador de software, aunque siempre me gusta aportar ideas y jugar con las herramientas que me dan para hacer más cómoda mi experiencia de uso. Y eso es precisamente lo que hago con las app de cámara si me lo permite, personalizando la interfaz y poniendo más a mano los modos de foto y vídeo que más utilizo.
Activar las recomendaciones siempre es útil
Como ya decía al inicio, no soy el mayor experto en fotografía del mundo (ni aspiro a ello). Sin embargo, se tenga más o menos conocimiento sobre la materia, los consejos de la app de cámara pueden ser muy útiles para obtener mejores resultados. Por ejemplo, la cámara de los Pixel permite configurar sugerencias de encuadre o avisos si la lente está sucia.
Otros pequeños grandes detalles
Considero que, aunque no sean ajustes, hay otros elementos importantes en relación al apartado fotográfico de la mano. Sin ser ninguno configuraciones propias de la cámara y similares, considero que son útiles para cumplir el objetivo de hacer buenas fotos.
- Paño de limpieza para las lentes. Reconozco que hace tiempo estaba mucho más obsesionado con la limpieza del móvil. Sin embargo, tampoco lo llevo sucio y mucho menos las lentes. Por eso siempre trato de llevar conmigo un paño de microfibra y un líquido especial para limpiar pantallas y lentes. Uso uno de la marca Whoosh! que está disponible en Amazon (hace años que lo compré y aún me dura).
- Trípode, sobre todo para el modo noche. Si voy a hacer una escapada a la montaña o algún sitio con buenas vistas, no puede faltar en mi mochila un pequeño trípode en el que colocar el móvil para tomar mejor la escena. Aunque es sobre todo en condiciones de poca luz donde recurro a ello con el fin de eliminar al máximo el ruido de la foto y lograr la máxima estabilización. He de decir que esto es también fundamental en móviles con un zoom óptico y digital elevado, aunque en mi caso particular no hago demasiadas fotos con zoom.
- Un buen editor de fotografías. Por mucho que intente mimar la foto antes de tomarla, no puedo obviar que el resultado no siempre es perfecto. Y aunque lo parezca, siempre se puede añadir algún retoque. Por eso tengo algún que otro editor de fotos para Android en mi móvil.
- Gestión eficiente del almacenamiento. Como ya habrás imaginado al ver los ajustes que configuro, las fotografías y vídeos que tomo tienden a tener un mayor peso y con ello se hace mucho más sencillo quedarse sin espacio de almacenamiento en el móvil. Y como no quiero renunciar a esa calidad fotográfica, o al menos no siempre, siempre trato de aplicar todos los demás trucos para liberar espacio en el móvil.