Hoy se confirmado las medidas que el gobierno de los Estados Unidos a través de la FAA decidió tomar con respecto al uso de los Samsung Galaxy Note 7 que crucen el espacio aéreo norteamericano. Como ya sabemos, El Galaxy Note 7 llegó a los mercados del mundo con un fallo bastante grave: su batería es defectuosa y se puede incendiar, por lo que ahora incluso la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos se dio la tarea de estudiar el caso y desde un primer momento, el veredicto siempre pareció estar en contra de la sur coreana. Hoy se confirmó: Nadie puede abordar un avión, doméstico o internacional, si lleva consigo un Note 7.
Pese a ser uno de los mejores dispositivos en lo que se refiere a capacidad y funcionabilidad, ya son cerca de 50 Galaxy Note 7 que han explotado, y la cifra sigue en Aumento. Samsung ya dejó de venderlos y ha comenzado a retirarlos del mercado.
Todo inició gracias a los reportes de usuarios que publicaron fotos, e incluso vídeos, de como el dispositivo hacía combustión espontánea al estar conectados al cargador (otros incluso estallaron de la nada). El caso más sonado fue el de un Galaxy Note 7 que explotó cuando se encontraba en la habitación de un hotel en Australia, y que provocó que las alarmas de seguridad del hotel se activarán. Más allá del riesgo de incendio que corrió el recinto y la quemadura en los dedos del usuario al intentar apagarlo, la conmoción por la alarma puso en peligro a todos los huéspedes y el ‘pequeño incidente’ le costó cerca de 1.400 dólares en daños al hotel. Samsung respondió por todos los gastos.
¿Qué hará Samsung?
De momento, el fabricante ha dicho que colaborará con la FAA y el gobierno de los Estados Unidos notificando a todos sus usuarios sobre las prohibiciones. La empresa también ha dicho que implementará medidas conjuntas con las aerolíeneas para hacer saber a los pasajeros sobre la imposiblidad de viajar con el dispositivo.