Una red cibercriminal rusa se ha hecho con 1.200 millones de credenciales de usuarios todo el mundo, perpetrando el mayor robo de contraseñas de la historia de Internet. Los hackers han robado también unos 500 millones de direcciones de correo electrónico privadas.
La compañía norteamericana Hold Security, especializada en ciberseguridad, dio la voz de alarma esta semana al destapar tras siete meses de investigación al grupo ruso «en posesión del caché más extenso de datos robados». Según Hold Security, las credenciales robadas han sido sustraídas de más de 420.000 webs y sitios FTP. Poco después de la alerta de la empresa de seguridad, el New York Times cubrió la noticia e hizo que su alcance se hiciera viral.
Según las investigaciones, el material confidencial robado incluye empresas y usuarios de todo el mundo, desde webs personales a sitios de grandes compañías pertenecientes a todas las industrias. Aún no se ha hecho pública la identidad de los propietarios de las cuentas hackeadas, por respeto a su confidencialidad y por la mala prensa que suele suscitar para una compañía de renombre el que la seguridad de sus cuentas se haya visto en entredicho.
La noticia del ciberdelito más grande de la historia se produce precisamente durante la semana que tiene lugar en Las Vegas el Black Hat, la mayor concentración de empresas, productos y gurús de la seguridad cibernética. Aunque la industria de los antivirus ha reconocido que cada vez es más difícil evitar los ataques de intrusos, sí es posible reaccionar rápidamente ante ellos. Hay formas relativamente rápidas de averiguar si nuestro smartphone o nuestro PC han sido hackeados, y también existen mecanismos para saber al momento si nuestra cuenta de correo electrónico ha recibido visitantes no deseados. Con estas herramientas y un poco de precaución, podemos minimizar el efecto que un ataque hacker tiene sobre nuestros datos confidenciales.