Poder y rendimiento, son dos de las características que la mayoría de los gamers suelen buscar en las tarjetas gráficas y procesadores, que les proporcionarán el entretenimiento y adrenalina a través de sus juegos favoritos. AMD ha sido una de las marcas protagonistas durante mucho tiempo, capaz de proporcionar dispositivos capaces de responder, de manera excepcional, ante la intensa demanda que los videojuegos suelen exigir cada vez con más intensidad.
A pesar del intenso esfuerzo de AMD, durante mucho tiempo no ha podido vencer a su más cercano competidor, Intel. Esta realidad ha comenzado a cambiar en los últimos años, y con las Ryzen 7000, AMD parece estar dispuesta a demostrar quienes son los verdaderos líderes en este sector.
Como hemos visto en sus últimos modelos de procesadores y tarjetas gráficas, AMD ha conseguido obtener un desempeño que genera una competencia bastante decente ante la presencia imponente de Intel. Haciendo una comparativa con las generaciones anteriores de los procesadores AMD Ryzen, podemos mencionar que anteriormente, la fotografía utilizada era de 7 y 12 centímetros, aplicado en los chiplets CCD y IOD, algo que se ha modificado en la nueva serie de procesadores.
Con el nuevo diseño, AMD ha decidido incorporar un número superior de transistores por superficie, implementando la fotografía de 5 y 6 nanómetros. Dicho de otro modo, esto aumenta la eficiencia y mejora la potencia, dos aspectos en los que AMD se ha interesado ampliamente en los últimos años.
Algo que resulta importante para destacar es el consumo de estos procesadores, ya que los informes aseguran que el modelo Ryzen 9 7950, es capaz de generar consumos de 170 W. Otro punto clave es el cambio de Socket en la placa, puesto que, el cambio en el diseño ha llevado a la empresa a emplear el Socket AM5, sustituyendo al AM4, que solía utilizar la generación Ryzen 3000 y Ryzen 5000.