Un «no tan nuevo» juego de Angry Birds ha llegado a la tienda de aplicaciones Android. Se trata de una versión del primer título de Rovio, ese clásico Angry Birds que los desarrolladores finlandeses crearon en 2009 y que fue el que lanzo al estudio de juegos a la fama.
La historia de los videojuegos móviles debe rendir culto a uno de los títulos que catapultó a la industria hasta la importancia que tiene en la actualidad: Angry Birds no solo es una franquicia mítica, también ha influido en una gran parte de los juegos que llegaron después. Con casi trece años a sus espaldas, Rovio se ha decidido a revivir el primer título, el Angry Birds clásico. Y ya se puede descargar desde Google Play.
Lo creas o no, han pasado 13 años desde que Rovio presentó en noviembre de 2009 su Angry Birds para iOS y para Maemo, el sistema operativo que traía de serie el mítico Nokia N900.
Rovio ha sacado el máximo provecho a la franquicia a fuerza de derivar la mecánica en una gran cantidad de juegos. Aparte de las distintas continuaciones de la familia principal, los Angry Birds han aparecido en muchos otros títulos; tanto en forma de spin-off (Bad Piggies, por ejemplo) como en juegos con mecánica totalmente distinta (Angry Birds Pop Bubble Shooter, a lo Candy Crash).
Por tanto, el Angry Birds original es una vuelta a las raíces, a ese momento en el que no había nada parecido a lo que Rovio ofrecía a los jugadores.
En cuestión de estilo, mecánicas, diseño y sonidos no hay nada que no hayamos visto ya: el nuevo juego de Rovio Classics es tal que así, el clásico. Los mismos niveles, idénticos cerditos a los que destrozar sus estructuras, los pájaros a los que estamos acostumbrados y toda la fluidez y calidad de la que puede hacer gala un juego de disparar tirachinas.