El ritmo tan acelerado en el que la tecnología se actualiza, además de múltiples beneficios, trae consigo una serie de riesgos. La pérdida de información valiosa, sin duda es de las consecuencias que más preocupa no sólo a los usuarios, sino a los mismos desarrolladores y dueños de empresas tecnológicas, como es el caso del llamado Padre del Internet. Vinton Cerf expresó su preocupación ante la posibilidad, no tan lejana, de que se avecine el apocalipsis digital, o como él mismo definió, la era oscura digital.
Cerf, quien comparte el título de Padre del Internet con el actual vicepresidente de Google Bob Kahn, aseguró durante una conferencia de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia que la magnitud del problema es mayor de lo que se piensa. De continuar sin tomar medidas, en un futuro las nuevas generaciones no tendrán un registro histórico del siglo XXI.
La llegada de dicha “era oscura digital” ocurrirá cuando el hardware y software actual se vuelvan obsoletos, hasta el punto en que la información almacenada sea imposible de recuperar. «Es algo que me preocupa mucho. En cierta medida, ya lo estamos viviendo. Ya no podemos abrir los documentos o presentaciones creados en formatos viejos con la versión más reciente de nuestro software, porque la compatibilidad con sistemas y aplicaciones anticuados no está garantizada. Y lo que puede ocurrir con el tiempo es que, aunque acumulemos vastos archivos digitales, terminemos por no saber qué contienen», dijo Cerf en entrevista para la BBC.
De cara al futuro, Cerf se ha propuesto la tarea de desarrollar una herramienta y/o método capaz de preservar dicha información, de modo que actúe como una imagen de rayos X tanto del contenido, la aplicación y el sistema operativo, así como la descripción del equipo disponibles en la nube. «La clave aquí es que, cuando mueves los bits de un sitio otro, aún sabrás cómo desembalarlos para interpretar las diferentes partes correctamente. Esto será posible si estandarizamos las descripciones», aseguró Vinton Cerf. «Y ese el asunto central aquí: cómo asegurar que en un futuro lejano estos estándares se sigan conociendo y que se pueda interpretar las fotografías de rayos X construidas con cuidado.»