El gigante de Cupertino utilizó por vez primera el sistema implementado desde hace dos años para actualizar de forma remota el OSX de sus equipos portátiles y de escritorio. Todo por proteger la seguridad de los terminales y de sus propietarios, pues el update corrige un fallo que deja el equipo a merced de hackers o ataques cibernéticos.
El viernes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y el Instituto de Ingeniería de Software de la Universidad Carniege Mellon alertaron de las “vulnerabilidades críticas de seguridad” en el Protocolo de Tiempo de Red o NTP, que funciona para sincronizar el reloj en los equipos de cómputo.
Esta actualización es la primera que realiza la empresa dirigida de Tim Cook sin la intervención del propietario, que por lo general autoriza la descarga a instalación de las actualizaciones. Sin embargo, Apple tomó la decisión de subsanar el bug de forma remota por tratarse de un asunto de seguridad que debía ser corregido tan pronto como fuera posible, declaró a Reuters el portavoz de la compañía Bill Evans.
«La actualización es transparente», dijo, «ni siquiera se requiere reinicio.»
El hueco de seguridad no solamente afecta a Apple sino a varias docenas de empresas tecnológicas que utilizan distribuciones de Linux y Unix, de acuerdo con el boletín de seguridad de la DHS.