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Apple juega sucio e intenta acabar con el streaming gratis

Esta es una era en la que la reproducción en streaming de diferentes contenidos cobra cada vez más importancia. Ver películas o escuchar música por Internet es una de las actividades que llevan a cabo millones de usuarios diariamente. En el terreno musical, Spotify es una de las plataformas preferidas por los usuarios, y quizá eso le ha llevado a ser objetivo de un grande. Apple vuelve a estar en el ojo del huracán y el motivo son varias informaciones que apuntan a que quiere acabar con el streaming gratuito.

Ya es conocido que Apple entrará en el sector lanzando su servicio musical. Una de sus principales características podría ser la de incluir contenidos exclusivos para sus usuarios, sin embargo el intento de desbancar a Spotify no queda ahí. Uno de sus movimientos sería incitar a las discográficas a no renovar sus contratos con el servicio inglés, eliminando así gran parte de su biblioteca musical. Esto sin duda supondría un duro golpe no solo para la empresa, sino también para los millones de usuarios registrados en la plataforma.

Sin embargo este no ha sido el primer objetivo de los de Cupertino. YouTube también ha llamado la atención de Apple, que habría ofrecido grandes sumas de dinero a Universal Music Group para que dejara de permitir la publicación de sus vídeos en el portal. Está claro que la empresa quiere entrar a lo grande en el sector, ¿pero hasta qué punto juega limpio?

La competencia en el mundo empresarial es necesaria e incluso «sana», ya que hace que las empresas busquen ofrecer servicios «mayores y mejores». Sin embargo a ojos de la mayoría ya no es tan lícito cuando se busca el beneficio propio intentando eliminar al contrario incluso antes de acceder al mercado. Apple ha sido bandera de innovación y elitismo desde su creación, y si bien su decisión de hacer un servicio exclusivamente de pago es aceptable, querer acabar con las versiones gratuitas de otras plataformas podría afectarle. ¿Seguirá manteniendo la presión sobre las discográficas? ¿O será él quien sufra la presión por parte del público en general?