Apple se ha caracterizado por ser una de las marcas más importantes a nivel mundial, pero son conocidos por descartar algunos de sus modelos antiguos con sus actualizaciones. La compañía de la manzana se enfrenta a una demanda colectiva, en la cual muchos aseguran que los modelos más antiguos se han hecho más lentos.
Para resolver esta demanda, la marca tendrá que pagar 500 millones de dólares americanos a quienes se hayan visto afectados por este escándalo. Según las denuncias, la compañía hace que los dispositivos más antiguos se hagan más lentos para presionar a los usuarios a comprar modelos más nuevos.
Para poder indemnizar de alguna forma a los usuarios por este comportamiento tan deplorable, la compañía de Cupertino tendrá que pagar 25 dólares a los usuarios que tengan un dispositivo afectado. Esto ubica los gastos de la empresa en un mínimo de 310 millones y un máximo de 500 millones de dólares americanos.
Este fue el acuerdo al cual se llegó el pasado viernes, en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos. La cantidad que recibe cada cliente es variable, ya que, esto se puede calcular en función a la cantidad de reclamos que sean generados, en caso de poseer más de un dispositivo.
Después de que la marca admitiera en 2017 que en realidad sí hacía más lentos los dispositivos, es momento de dar cierre a una batalla legal que tuvo una duración de más de dos años. La medida deberá ejecutarse a partir del 3 de abril, compensado parcialmente las molestias que Apple ha venido generando en sus usuarios con dispositivos más antiguos.
El fenómeno conocido como «batterygate» expuso las políticas de Apple ante todos, pero estos aseguraron que estas medidas tenían con objetivo resolver algunos inconvenientes vinculados a las baterías de iones de litio. Los equipos afectados por este escándalo son: el iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus, 7, 7 Plus y dispositivos SE que hayan sido adquiridos antes del 21 de diciembre de 2017.