Apple relaja sus exigencias para intercambiar los iPhone dañados por agua

apple iphone
Apple ha dado lo que muchos considerarán un salto hacia adelante en su programa de reciclaje y reutilitzación de los terminales.

La empresa ha decidido, después de haberse encontrado, a lo largo de los años, con innumerables casos por parte de sus usuarios, aceptar el intercambio de terminales que hayan sufrido unos de los accidentes más comunes: la avería por contacto con líquidos.

Tras años de negarse a cambiar aquellos dispositivos en los que se detectara que habían estado dañados por entrar en contacto con líquidos, Apple convierte su política en algo más permisiva y ofrece a los usuarios la posibilidad de cambiar los dispositivos aún cuando el detector de líquidos se encuentre activado. Dicho detector suele mostrarse, en circunstancias normales, de color blanco o plateado, volviéndose de color rojo al haberse infiltrado agua en el dispositivo, pues está especialmente diseñado para no sufrir ningún cambio de color pese a temperaturas o condiciones de humedad elevadas.

Aún siendo una gran oportunidad el que se permita a los usuarios de Apple cambiar los dispositivos dañados por líquidos, existen ciertas condiciones en el programa que pueden ser consideradas como inconvenientes; la primera es que dicho programa empezó a ser vigente en los Estados Unidos en agosto, extendiéndose al Reino Unido en octubre, pero sin ser válido en el resto de países por el momento, por lo que el número de usuarios que pueden beneficiarse fácilmente del programa es, relativamente, reducido.

El segundo inconveniente o restricción del programa se vería reflejado en la devaluación de los productos al haber sufrido una avería por la entrada en contacto con agua u otros líquidos. La compañía californiana se encuentra asociada a PowerON para realizar la compra de iPhone, iPads y demás dispositivos averiados, dicha compra se ve afectada por una disminución de alrededor de 100 dólares cuando se trata de daños producidos por la infiltración o contacto con líquidos.

Apple busca, de este modo, aumentar las posibilidades de que sus usuarios intercambien y renueven sus dispositivos incrementando así la salida de los nuevos modelos al mercado.