La compañía de la manzana infringió una patente de la Universidad de Wisconsin y todo parece indicar que este acto le costará más de 800 millones de dólares. El tema salió a la luz después de que el Tribunal Federal de Distrito para el Distrito Oeste falló a favor de la institución educativa asegurando que Apple violó una patente de Wisconsin en la fabricación de los procesadores A7 a 64 bits, instalados en los iPhone 5S y el iPad Air.
La sentencia determinó que la firma de Cupertino violó la patente que proporcionaba una mayor eficiencia y rendimiento de los procesadores. La universidad demandó a la compañía asegurando que esos modelos de iPhone y iPad se estaban beneficiando de un sistema de procesamiento de información desarrollado por Wisconsin Madison.
La institución educativa solicitó en su demanda que se realizaran los correspondientes cálculos por daños y prejuicios y que se triplicaran, debido a que Apple estaba al tanto de la patente y la vulneró intencionalmente.
La tecnología que es protagonista de la discordia fue creada en 1998, cuando cuatro investigadores de la Universidad de Wisconsin patentaron este trabajo para ofrecer mayor eficiencia a los procesadores. Sin tener éxito, la compañía de la manzana intentó demostrar que se trataba de una acusación inválida, pero la decisión del jurado favoreció en esta oportunidad al sector educativo.
Esta no es la primera vez que la Universidad de Wisconsin realiza este tipo de denuncias. En 2008 demandó a Intel por la misma razón, pero las dos compañías decidieron llegar a un acuerdo extrajudicial por un valor de cien millones de dólares.
Durante varios años Apple se ha visto envuelta en diferentes batallas por patentes. Hace un par de años, por ejemplo, tuvo un pleito judicial con la compañía surcoreana Samsung por cuestiones relacionadas con patentes.