El caso es que hace unos días las autoridades de aduanas de una pequeña ciudad cerca de Hong Konkg observaron a un joven sospechoso por sus movimientos. El joven caminaba con bastante rigidez articular y parecía tener todos sus músculos en tensión al caminar.
Los agentes se acercaron al joven chino y comprobaron que en las dos bolsas que portaba no había nada sospechoso, sin embargo cuando lo hicieron pasar por el detector de metales comenzó a sonar sin parar. Cuando se dispusieron a registrar al sospechoso se dieron cuenta de que el contrabando de iPhone en China sigue existiendo y hasta qué punto.
El joven contrabandista había cubierto su tronco y muslos con nada menos que 94 iPhones cuidadosamente empaquetados en bolsas de plástico y distribuidos por su cuerpo sujetos con cinta adhesiva. El valor de la mercancía incautada asciende hasta cerca de los 50.000 dólares.
Las imágenes que ilustran el contrabando de iPhone en China aparecieron por primera vez en la red social Weibo y pronto se hizo eco de ellas la CNN desde donde nos han llegado.