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¿Conoces alguna app que simplemente sirva para presumir que eres rico?

Con el hilo de las subidas de precios de la App Store y que ahora puede haber aplicaciones de hasta 10.000 dólares, hemos recordado algunas de esas apps «populares» que solo servían demostrar poderío económico. Y lo de «populares» es más por lo virales que se hicieron que por su número de descargas.

Y es que tanto los iPhone como en móviles Android podíamos tener acceso al pago por una app en la tienda oficial y que esta no tuviese ninguna utilidad real. De hecho, en Google Play todavía nos encontramos algún resquicio que, por suerte, ahora es gratis.

El objetivo de las tiendas de apps de iOS y Android es el de ofrecer herramientas que, independientemente de a qué público esté orientado y en qué categoría se englobe, preste algún servicio. Y este servicio debe ser tangible, aunque sea digitalmente.

En 2008 veíamos una App Store de iOS recién nacida y que poco a poco iba en línea ascendente en lo que a número de apps se refería. Sin embargo, ser tan joven hacía que los filtros todavía no estuviesen todo lo definidos que están hoy y así surgía la app llamada «I Am Rich» («Soy Rico») desarrollada por Armin Heinrich.

Y aquí entra eso de lo intangible, dado que la app no tenía absolutamente nada que ofrecer más allá de servir como escaparate para demostrar que aquel que la compró tenía dinero; al menos los 999 dólares o 799,99 euros que costaba.

Sin embargo, parece que a Apple no le convencía eso de tener una especie de «diploma para ricos» en su App Store y acabó retirándola a los pocos meses. Lo mismo sucedió con copias como «Rich Kids» que iban por el mismo camino.

Seguro que preguntarás quién, incluso teniendo mucho dinero, accedería a pagar por una app de este tipo. Pues debes saber que al menos ocho personas llegaron a descargarla a ese precio de 999 dólares. Así al menos llegó a figurar el el número de descargas de la App Store, tal y como recuerdan en InsaneLab. Y si tienes curiosidad de ver cómo era exactamente, en YouTube tienes la respuesta.

Android también tenía (y sigue teniendo) apps igual de absurdas

Como quizás era de esperar, no quedó en iOS la cosa y una app de este estilo acabó llegando a Android. También se llamaba (y se sigue llamando) «I Am Rich» y, aunque está creada por otro desarrollador, cuenta con idénticos incentivos. Y hablamos en presente porque sigue estando en Google Play y puedes descargarla gratis. En su día también tenía precios desorbitados y compartía el mismo fin.

El hecho de que ahora esté gratis nos sirve para observar en primera persona las nulas características que ofrecían este tipo de apps. Por no tener, no tiene ni solicitud de permisos, por lo que ser inútil no le impide ser segura.

El caso de esta app de Google Play es particular. Realizando una exhaustiva búsqueda en la tienda no nos hemos topado con ninguna app más que esta. Por desgracia, no hemos podido saber cuándo dejó de ser de pago para ser gratuita, pero lo visto con Apple nos hace intuir que fue el remedio del desarrollador para seguir presente en Android. Aunque es evidente que su poca o mucha gracia se ha perdido por completo, ya que incluso quien no tenga un solo céntimo podrá descargarla. Así que podría llamarse «Soy Rico. O tal vez no».

Como curiosidad, las reseñas de la app en Google Play no tienen desperdicio. La ironía y los chascarrillos predominan ahora que la app es gratis, aunque seguro que no sucedía lo mismo cuando era de pago. Apps como estas se pueden etiquetar perfectamente como abusivas y ya no tanto por su desorbitado precio, sino por la nula utilidad que aportan. Ya con las bromas aparte, ni siquiera estar gratis les supone perder un ápice de inutilidad.