Desde el año 2011 comenzó la guerra de las dos compañías líderes en ventas de teléfonos inteligentes, Samsung y Apple. La empresa creadora del iPhone comenzó en aquel entonces un juicio contra su competidora creadora de los equipos Galaxy, y la batalla continúa a tres años de distancia, sin miras de reconciliación y por el contrario, con cada vez más demandas y exigencias entre ambas empresas.
El día de ayer se celebró la última sesión oral del juicio por el que Apple demanda a Samsung más de 2 mil millones de dólares, una cifra con la que se podrían comprar 40 mil casas de 50 mil dólares cada una.
La premisa principal de la guerra entre ambas empresas tecnológicas, es el supuesto robo de patentes que Samsung realizó al incorporar características propias de los iPhone en sus equipos telefónicos, como el gesto para desbloquear pantalla, el modo de hacer zoom de forma táctil para fotografías, o el diseño de los teléfonos Galaxy.
Samsung se ha defendido alegando que en todo caso, Google, creador del sistema operativo Android, ha sido quien ha incurrido en faltas a la propiedad intelectual de Apple. «Lo único que buscaba Samsung era un sistema operativo flexible y de calidad para sus teléfonos, y lo encontró en el Android de Google, en ningún caso copiando el iPhone», apuntó Bill Price, abogado defensor de la empresa surcoreana.