Samsung ha hecho del 2017 el año más lucrativo de su historia. No solo ha tenido un éxito contundente con sus propios dispositivos, sino que también la producción de partes para terceros le ha generado ganancias inimaginables. De acuerdo con la empresa de análisis Counterpoint Technology, en conjunto con The Wall Street Journal, Samsung recibirá hasta US $4,000 millones más por los componentes del iPhone X que de los ingresos por los componentes del Galaxy S8, uno de sus celulares insignia.
El reporte sugiere que el iPhone X, que saldrá a la venta el 3 de noviembre, dará más ingresos a Samsung que su propio celular. Counterpoint y WSJ dicen que este pronóstico se basa en la venta de celulares durante 20 meses a partir de la fecha de salida a la venta. Para llegar a esta cifra, ambas fuentes dicen que Apple venderá cerca de 130 millones de unidades del iPhone X, con ganancias para Samsung de US$110 por cada uno desde de los teléfonos vendidos desde noviembre 2017 hasta los primeros meses de 2019.
En pocas palabras, el iPhone X representa mayores ingresos para Samsung a pesar de que el Galaxy S8 se traduce a US$202 de ingresos por cada unidad vendida en 20 meses. Sin embargo, el reporte sugiere que Samsung sólo podría llegar a vender cerca de 50 millones del S8 en el mismo periodo, viéndose a largo plazo casi triplicado ante los 130 millones del iPhone X.
Samsung obtiene ingresos por las ventas de cada iPhone y otros productos de Apple por manufacturar algunos de sus componentes, como la pantalla y memoria de almacenamiento. En el caso del iPhone X, Samsung ha estado a cargo de todo lo relacionado con el panel OLED. Es por esto que el iPhone X es una mina de oro, tanto para Apple como para Samsung.