Actualmente el diseño de los autos inteligentes va integrando cada vez más sistemas online, ya sean de entretenimiento o navegación. Al conducir un automóvil de modelo reciente, la tecnología de asistencia de conducción se encarga de controlar diferentes funciones de forma automática. Pero si además el auto esta conectado a internet, también existe el riesgo de que pueda ser hackeado. Un hacker experto puede tomar el mando de manera remota de cualquier parte del auto que sea controlada electrónicamente, incluyendo la dirección, el acelerador y los frenos, así los explican dos investigadores de ciberseguridad en sistemas vehiculares.
Un experimento llevado a cabo por Wired ha demostrado la vulnerabilidad de vehículos como los Jeep Cherokee, Chrysler 200 y Dodge Ram, debido a una falla en el servicio inalámbrico Uconnect que conecta estos autos a la red de telefonía celular Sprint. Los investigadores, Charlie Miller y Chris Valasek, dos hackers originarios de Missouri, «secuestraron» remotamente un Jeep Cherokee conducido por el reportero de Wired Andy Greenberg, controlando sistemáticamente la funcionalidad del vehículo a través del WiFi. Primero tomaron el control del aire acondicionado, el sistema de sonido y los limpia parabrisas. A continuación demostraron como podían deshabilitar los frenos, tomar el mando del volante y hasta apagar el motor. Y no sólo es la seguridad del conductor la que se encuentra vulnerable sino también la privacidad, ya que los hackers aseguran que es muy fácil seguir la trayectoria y conocer la localización exacta del automóvil a través del GPS.
Miller y Valasek se encuentran preparándose para dar a conocer más detalles de cómo los hackers podrían controlar tu auto de manera remota, en la conferencia de seguridad Black Hat, que se llevará a cabo en las Vegas el próximo mes. Además han estado trabajando en colaboración con Chrysler para asegurarse de que la falla sea reparada en los más de 471,000 vehículos que se encuentran vulnerables, antes de que la Black Hat dé inicio. Si duda esta es una llamada de atención para todos los fabricantes de automóviles: la ciberseguridad tiene que ser un tema absolutamente primordial.
Por su parte Chrysler señaló que «la falla surgió por un canal abierto de comunicación informática no utilizado que, sin saberlo, concedió el acceso externo a los controles del auto». La compañía está ofreciendo una actualización de software que los clientes deben instalar lo antes posible.