La inteligencia artificial es una de las herramientas que está ganando fuerza en los últimos días para detectar el daño pulmonar causado por COVID-19. Ante la crisis epidemiológica que se desarrolla en el mundo por el contagio de coronavirus, las empresas de tecnología han comenzado a estudiar las aplicaciones de los recursos disponibles.
China y EE.UU. se han aliado en esta oportunidad para crear una herramienta que opera con inteligencia artificial, la cual tiene la habilidad de predecir cuales son los pacientes con mayor vulnerabilidad pulmonar tras ser infectados. Los investigadores han dado con un recurso que puede ayudar a los médicos a tomar medidas a tiempo.
Cada segundo es fundamental tras la detección del COVID-19 en una persona, por lo que, realizar los procedimientos a tiempo para tratar la infección puede ser la diferencia entre un deceso o un paciente recuperado. El algoritmo tiene la posibilidad de asistir a los médicos, quienes pueden dar prioridad a algunos casos y dedicar los recursos disponibles al tratamiento.
Sistemas de salud de todo el mundo están al borde del colapso con la gran cantidad de contagios que se han desarrollado en las últimas semanas. La pandemia crece y es necesario emplear la tecnología para poder “filtrar” de alguna forma cuales son los casos más delicados que deben tratarse con más urgentes.
Los estudios realizados hasta el momento han permitido obtener resultados efectivos, con indicadores precisos sobre pacientes que pueden desarrollar un mal mucho más peligroso. Lo que es conocido como ARDS, o Síndrome Respiratorio Agudo, es uno de los efectos más riesgosos del COVID-19, y puede prevenirse con esta Inteligencia Artificial.
La tasa de mortalidad comienza a ser mucho más intimidante, y la presencia del ARDS causa la muerte del paciente en el 50% de los casos. Cuando los pulmones se llenan de líquido, el daño es inminente, por lo que, con la ayuda de esta tecnología que ofrece un índice de precisión del 80%, se pueden evitar muchas muertes.