Desafortunadamente, todo indica a que los planes de permitir conversaciones telefónicas en los vuelos estadounidenses están cerca de llegar al fracaso y ser olvidados, una vez más. Después de mucho tiempo de negociación y asesorías al respecto, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) está considerando cancelar la propuesta para así evitar muchos más controles de seguridad y no tener que modificar en gran escala las normas al respecto.
Pese a que la propuesta es apoyada por millones de personas que vuelan diariamente en los vuelos nacionales o de conexiones a los hubs principales, Ajit Pai, presidente de la autoridad federal señaló que «retirar permanentemente el plan será una victoria para los estadounidenses en todo el país que, como yo, valoran un momento de tranquilidad a 30.000 pies de altura». Claro, la FCC aún debe realizar la votación correspondiente sobre la propuesta, pero con la actual relación de mayoría y la postura de Pai todo podría resultar en que ésta no salga adelante.
La autoridad de vigilancia de vuelos y telecomunicaciones comenzó a evaluar la aprobación de las llamadas en un debate que tuvo lugar en el 2013, cuando Tom Wheeler era el presidente de Comisión Federal de Comunicaciones. Wheeler consideraba que las limitaciones no eran justificables técnicamente y llamó a la industria y la opinión pública a pronunciarse al respecto. En aquel entonces, el público apoyó la propuesta, de la misma manera que la sigue apoyando en la actualidad. Wheeler también planteó la preocupación de que el ruido pudiera ser mayor en las cabinas de los aviones si la gente pudiera hablar por teléfono, pero luego de estudios técnicos se descartaron muchos de los principales temores.
Desde que Pai asumió el cargo a comienzos de este año, él mismo se ha encargado de poner trabas y de ejecutar un plan que busca dar marcha atrás a algunas de las estrictas normas sobre la neutralidad de la red aprobadas durante el mandato de Wheeler. Pai, afirman los expertos, no busca perjudicar a los usuarios, simplemente quiere que nada fuera de lo normal ocurra mientras dirija la Comisión.