Asus acaba de dar el gran paso haca el mundo de los pequeños procesadores. Su Tinker Board es la propuesta con la que esperan competir de forma sólida contra el dominante Raspberry Pi. La compañía china con sede en Taipéi está comenzando a vender el Asus Tinker Board en el Reino Unido y otras regiones de Europa, con precios que comienzan alrededor de 46 libras esterlinas, unos US $57. Ese precio resulta significativamente más alto que el de su rival, el Raspberry Pi 3 Modelo B , que cuenta un precio sugerido de $35, pero por lo general se obtiene por alrededor de $40.
¿Qué hace al Tinker Board tan especial?
Sin duda alguna, algo que lo distingue es su soporte de video 4K, que incluye la decodificación H.265 en la placa de Asus. Además de la capacidad 4K, la placa también admite un audio de 192kHz / 24-bit. El mini ordenador viene con 2 GB de RAM, Bluetooth 4.0, cuatro puertos USB 2.0, 1 salida HDMI, puerto microSD, Ethernet Gigabit y Wi-Fi 802.11b / g / n. ¿Nada mal, verdad?
La memoria RAM de 2 GB es especialmente atractiva, teniendo en cuenta que la Raspberry Pi modelo 3 B viene con sólo 1 GB de RAM. En cuanto al software, la página de ventas del Reino Unido dice que soporta Debian Linux y (convenientemente) Kodi, el popular reproductor multimedia. Esto no varía mucho de lo que podemos obtener con el Raspberry Pi, y al igual que el Pi, parece que los usuarios tendrán que cargar el sistema operativo en una tarjeta SD adicional. El Tinker Board, al igual que el Pi, requerirá que cada usuario le suministre su propia fuente de alimentación de cinco voltios, algo que es hasta cierto punto muy molesto.
Ahora, la pregunta es: ¿valdrá la pena ordenarlo desde los Estados Unidos o desde cualquier otra parte de América? Quizás la respuesta sea no. Pese a sus sobresalientes características, lo más recomendable sería esperar a leer los primeros reportes obtenidos de los usuarios británicos y europeos. Gran parte del escepticismo yace en que aún se desconoce si el reproductor 4K dará el rendimiento esperado, lo cual podría significar una decepción mayor para la marca china.