Desde ayer, 7 de septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en aceptar el bitcoin como moneda de curso legal. La decisión de usar una criptomoneda fue tomada el pasado mes de junio a propuesta de Nayib Bukele, y desde un principio la medida estuvo marcada por el descontento de la población, lo cual se intensificó hasta explotar el día de ayer en una protesta que reunió a los principales grupos colectivos y sindicatos del país.
Un poco de contexto
Para el uso de la criptomoneda, El Salvador ha desarrollado una billetera electrónica propia (la cual ha reportado más fallas que aciertos) y ha anunciado la adquisición de 400 bitcoins que servirán para poder dar a cada ciudadano un bono del equivalente a 30 dólares en la criptomoneda a través de Chivo, la aplicación oficial del gobierno salvadoreño.
Sin embargo, uno de los primeros golpes al plan del gobierno viene de mano de la seguridad de la app. La aplicación de Chivo Wallet fue marcada como amenaza por las tres principales tiendas de aplicaciones: Google Play (Google), App Store (Apple) y App Gallery (Huawei). A esto debemos sumarle que los dispositivos de gamas medias y bajas han resultado ser incompatibles con la app, lo que ha levantado quejas por parte de la gran mayoría de salvadoreños que no pueden darse la oportunidad de tener una terminal de gama alta.
La posición del gobierno
Por su parte, el gobierno ha explicado en repetidas ocasiones que el objetivo de aceptar el bitcoin como método de pago opcional es «abrir más oportunidades de negocio para todo tipo de negocios, reducir costos en tarifas de transacciones y atraer turistas de cualquier parte del mundo.» Esto, sin embargo, resulta un poco inverosímil para muchos salvadoreños ya que el turismo en el país centroamericano, se ve afectado principalmente por la delincuencia a causa de las pandillas.
Y para colmo de males, en investigaciones recientes por parte de medios independientes en El Salvador, se ha descubierto que el mismo gobierno de Nayib Bukele ha estado pactando con las pandillas para así poder disimular los números de homicidios que se comenten a diario en el país. Toda esta combinación de eventos, ha creado un ambiente tumultuoso en el país que no pinta nada bien, y que podría conducir al fracaso de la implementación de la moneda digital.
¿Que sucederá?
Queda esperar cómo evoluciona el uso de la moneda digital en un país lastimado por la delincuencia y falta de oportunidades. La aceptación del Bitcoin como moneda de curso legal causará, según la opinión de muchos expertos, más daño que ayuda, y provocará el aumento de estafas digitales en un país que tiene poca educación digital y acceso limitado a la tecnología.
Otros países tienen sus ojos puestos en El Salvador, y se especula que más que un buen ejemplo a seguir, el pequeño país centroamericano será el conejillos de indias para saber qué no hacer en caso de que otros gobiernos opten por una medida similar.