HoyEnTEC

El campo magnético de la tierra ha cambiado y los científicos están preocupados

Aunque es un fenómeno bastante común, según explican los especialistas, la manera en que se ha desarrollado este cambio en el campo magnético está resultado irregular. Los científicos han enfocado toda su atención hacia el estudio, y posibles efectos que podrían evidenciarse si la situación se torna más delicada.

Antes de abordar el tema, hay que aclarar que la tierra está compuesta por un núcleo externo líquido fundido. Este está conformado por níquel e hierro, lo que permite que se ejerza un campo electromagnético. Al extenderse entre los polos norte y sur, se genera la protección necesaria para evitar el daño de las partículas solares.

Los principales afectados por este fenómeno son los satélites, aviones y barcos, ya que, estos cuentan con sistemas basados en modelos de campo geomagnético. Los cambios en las fluctuaciones de la fuerza del campo magnético, son producto de los cambios que se registran diariamente en la estructura del viento solar. Además, se han registrado algunas tormentas solares intermitentes, que tienen un efecto ineludible en estos sistemas.

Anomalía magnética del Atlántico Sur

Según los estudios, algunos países se pueden ver afectados de una manera más grave por la intensidad del campo magnético. Por ejemplo, los datos indican que en países como Uruguay, los valores del campo magnético son de una tercera parte con relación al valor global. Como consecuencia, es una región que tiene una mayor vulnerabilidad con respecto al impacto de las tormentas geomagnéticas.

Sin embargo, esta anomalía no es nueva, tiene más de 400 años, y su expansión ha sido gradual, a la par del campo magnético de la tierra. Al tener un efecto de sumidero que se encarga de atraer las partículas del viento solar, según investigaciones del IAG. Así pues, termina por afectar a los artefactos que están en órbita. Una situación particular es que cuando la estación espacial pasa por esta región, debe apagar sus computadoras.

Esta debilidad en el campo magnético, hace que los equipos con sistemas de geolocalización y redes eléctricas puedan sufrir daños más graves, en caso de tormentas solares. Incluso, si las tormentas son muy intensas, se pueden llegar a ver auroras australes, como las que se pudieron avistar en Costa de Oro y en El Pinar.