El Gobierno americano, estancado en el Windows XP

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Puede parecer una broma de mal gusto, pero el titular define la realidad de la situación actual de los sistemas informáticos del gobierno americano. Un reciente estudio realizado por el Consejo Presidencial de Asesores en Ciencia y Tecnología (PCAST), para conocer el estado de la seguridad cibernética de la nación, concluye que el máximo organismo del país no es un ejemplo a seguir en este campo.

El informe enviado al gobierno por parte de este comité de expertos detalla, en un tono crítico, la ligereza con el que el gobierno americano está tratando el tema de la seguridad informática en su entorno y propone una serie de recomendaciones para solucionar estas fallas informáticas:

  • Eliminar gradualmente, en un plazo de dos años, el uso de sistemas operativos no compatibles e inseguros, citando el sistema Windows XP, por otros sistemas más modernos: versiones actuales de Windows, Linux y Mac Os.
  • Potenciar la inclusión en sus sistemas del Módulo de Plataforma Segura (TPM), para mejorar la encriptación de la información.
  • Alentar el uso de los últimos navegadores para mayor seguridad y prevención de los robos de identidad.
  • Fomentar el uso de las actualizaciones automáticas para diversas plataformas y software, incluidos productos COTS y GOTS2.

Es muy difícil comprender que entidades de este nivel de importancia y prestigio, con todas las posibilidades de las que disponen para planificar y mantener sus sistemas informáticos sigan trabajando con el sistema operativo Windows XP.

No solo destaca este aspecto en este preocupante informe, sino que también sugiere distintas alternativas para que el sector privado mejore la administración de la seguridad cibernética de sus empresas: fomentar auditorias continuas en materia de seguridad informática. El Gobierno debe de ser ejemplo para difundir la importancia de estas medidas al sector privado, transparencia en el uso de datos privados etc.

Parece ser que el Gobierno americano le queda un camino largo para fortalecer sus defensas frente a los ataques informáticos. Los próximos años dirán si este informe habrá sido suficiente para cambiar los actuales hábitos informáticos del Gobierno de los EE.UU.