Los teléfonos de Google siempre me han gustado. Recuerdo con mucho cariño aquellos Nexus 4 y Nexus 5 con los que la compañía de Mountain View democratizó Android puro, sin apenas retoques. Era una época en la que las capas de personalización de los grandes fabricantes lastraban la experiencia Android si eras un entusiasta de este sistema operativo.
Fui usuario de esos dos teléfonos de la gran G, pero con el paso de los años he ido probando diferentes marcas que me han ofrecido una experiencia muy buena. Actualmente, hablar de Android puro es complicado pues la misma Google personaliza el software de sus nuevo dispositivos, los Pixel. Aún siguen quedando algunos teléfonos con un software cercano a él, pero he vuelto a Google de la mano de un Pixel 6a. El cambio no puede haber sido mejor.
Las bondades del software de los Pixel: Material You, apps y funciones
Como decía anteriormente, los teléfonos Pixel de Google no llevan Android puro como tal. Pero se quedan cerca. Google, como principal desarrolladora de este sistema operativo móvil, ha añadido muchas funciones interesante, y sigue haciéndolo. Cuando los Nexus se creaban, eran una guía para el resto de fabricantes. Eran una base para mostrar cómo debía funcionar un teléfono, además de sentar las bases del diseño del sistema y sus apps. De ahí nació Material Design que luego evolucionó en Material You.
Sin embargo, con la creación de la gama Pixel, Google quiere diferenciarse del resto de fabricantes, ofrecer funciones nuevas en torno a sus servicios. De ahí viene la necesidad de añadir mejoras en software como hacen el resto de fabricantes. Y no puedo estar más contento. La integración con todas las Google apps es increíble: uso muchas aplicaciones de Google y sus widgets, que me hacen la vida más fácil.
Un ejemplo de los añadidos en el software de los Pixel es la traducción instantánea, o la transcripción de audio. Pero para mí, lo más importante es la experiencia de usuario manejando mi nuevo teléfono. Sí, tenemos muchas funciones extras y Android no es tan puro como antes, pero también lo agradezco, noto un software más pulido y completo que en la gama Nexus. Puedo personalizar el sistema a mi gusto, adaptándolo a mis necesidades. También el ‘machine learning’ ayuda, el teléfono va aprendiendo de mi uso.
Lo mejor de todo, es que conserva su agilidad. Noto un sistema rápido y fluido a pesar de no contar con una tasa de refresco superior a 60Hz en 2022. Las animaciones son bonitas y todo se mueve velozmente. Cambiar entre aplicaciones en la vista es una delicia con los gestos y copiar texto es muy cómodo. Además, sacar capturas y editarlas es otra tarea que nos facilita Google, en la vista de apps abiertas cuento con un botón para obtener una captura de la última aplicación que he usado. Veo mejorada mi multitarea con el Pixel, es un paso adelante.
¿Qué puedo decir de la cámara? Una palabra, impresionante. El software de la cámara de Google hace maravillas. No importa que el sensor de mi Pixel sea antiguo, rinde casi como un gama alta. Incluso la grabación de vídeo me ha sorprendido por su estabilidad, los diferentes tipos de grabación de vídeo me encantan, parece que uso un gimbal.
Esperar nuevas actualizaciones no es lo mío: con el Pixel no debo esperar más
Como entusiasta de Android, siempre he querido llevar la última versión del sistema operativo en mis teléfonos. He sido usuario de varios fabricantes pero nunca he aceptado (sí comprendido) que teléfonos de cientos de euros se queden estancados en la misma versión de Android con la que salieron. Esto es inadmisible, y no es sólo por mi afición: quedarnos sin parches de seguridad o nuevas actualizaciones que solventen problemas es un fracaso.
Y todo esto que comento no sucede en un teléfono Pixel. Nada más abrir la caja y encender el móvil, tenía tres parches de seguridad acumulados, mejorando así la seguridad de mi Pixel. Uso aplicaciones con datos privados como la del banco, además guardo mis fotos en Google Fotos. No quiero que mis datos se vean comprometidos porque el fabricante no decida actualizar. Y es que el tema del malware siempre está presente en Android.
Cuando tengamos entre nosotros las nuevas ‘feature drop’ de Android 13, que sigue en desarrollo, seré el primero en actualizar. No debería ser así, pero es todo un lujo contar con actualizaciones en el momento de lanzamiento.
En definitiva, mi dispositivo Pixel funciona para mi (y no yo para él), facilitándome aspectos de mi vida cotidiana, como en el trabajo. Ha sido toda una alegría entrar en esta gama de teléfonos y ver que lo que ya hacía a Google famosa, la fluidez, sigue presente. Pero es que además tengo un sistema más capaz con funciones muy inteligentes que mejoran la productividad. He llegado a los Pixel y pienso quedarme un buen tiempo usando el Pixel 6a como dispositivo personal principal. No me arrepiento para nada, al revés, estoy encantado.