A pesar de la polémica generalizada, el rechazo de usuarios, analistas y más de 150 empresas, entre ellas Netflix y Google, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos aprobó por dos terceras partes a favor una propuesta para permitir que los sitios web que así lo paguen, tengan velocidad privilegiada sobre los demás a través de canales rápidos en Internet.
La controvertida propuesta es un atentado contra la neutralidad en Internet, en el que normalmente la velocidad del acceso a determinada página web sólo depende de los megabytes de acceso con que cuente cada usuario en su contrato de Internet casero o móvil. Se considera a Internet libre, abierto y sin privilegios, donde cada página puede ofrecer sus contenidos a la misma velocidad que las demás.
La propuesta de la FCC de EE. UU. que pretende cambiar esto fue aprobada, pero no entrará en vigor sino hasta fin de año y sólo después de que se lleve a cabo una consulta pública en el que se preguntará a los ciudadanos si están a favor o no de la llamada “priorización pagada”.
La idea de que determinados sitios tengan acceso “rápido” a Internet y las demás sean más lentos afecta principalmente a los usuarios, pues los precios del acceso a la red subirían para poder usar ciertos servicios o páginas de Internet, como en México, donde actualmente está aplazada la discusión de una ley de telecomunicaciones que plantea entre otras cosas, permitir a las empresas telefónicas crear paquetes tarifarios de priorización pagada a través de canales rápidos en la web.