Suele ocurrir que cuando una tecnología alcanza todo su potencial, surge una nueva alternativa en fase experimental que promete mejorar este desempeño. En algunos casos, los resultados son favorables, y es lo que promete LiFi, una tecnología de transmisión de datos que podría sustituir definitivamente a la tecnología WiFi.
Es difícil imaginarnos la era moderna sin la transmisión de datos inalámbrica. Poder estar conectados a internet desde cualquier lugar, es un beneficio que simplifica nuestras vidas enormemente. El WiFi llegó para dejar atrás las conexiones a través de cables, y aunque ha ofrecido un buen rendimiento, siempre surgen las limitaciones.
Quizá es muy pronto para afirmar que LiFi es la respuesta a los problemas que se pueden encontrar en el uso del WiFi, sin embargo, vale la pena analizar un poco este tema. Desde hace muchos años ya existe esta tecnología, y se ha venido trabajando en ella para lograr optimizar su rendimiento.
Para entender de qué se trata, es necesario explicar la diferencia de cada una. El WiFi emplea ondas de radiofrecuencia, mientras que el LiFi utiliza la luz. Si hacemos una comparativa, podemos afirmar que la rapidez de la luz, en comparación con las ondas de radiofrecuencia, es infinitamente superior.
El potencial de LiFi
Ya se ha establecido una norma IEEE 802.11b, la cual, establece los estándares de comunicación a través de la luz. Como resultado, esto permitirá una adopción más eficiente de esta tecnología, la cual, se expone como una solución para reducir la congestión de datos.
Su funcionamiento es bastante corto, pues la luz no atraviesa paredes, por lo que, una limitación es que se tendrían que instalar transmisores en cada habitación de una casa. Sin embargo, a pesar de las limitaciones, LiFi es una tecnología que ofrece un rendimiento fantástico y sin interferencias electromagnéticas, ideal para lugares cerrados de tamaño reducido, aumentando notablemente la transferencia de datos.