El multimillonario Jeff Bezos, fundador y dueño de Amazon y The Washington Post, mantiene una constante búsqueda para encontrar la forma más eficiente de llevar turistas al espacio. En los días recién pasados, la compañía de tecnología espacial de Bezos, Blue Origin, ha hecho varias pruebas y ayer lunes, hicieron despegar un cohete y aterrizarlo de forma tan suave que será posible volverlo a lanzar en un segundo viaje.
Sin duda alguna, este es un gran paso en el desarrollo del turismo espacial, ya que indica que las empresas privadas de gran capital pueden construir vehículos espaciales reutilizables que en el futuro serán capaces de transportar a las personas que puedan pagar por el servicio.
Según reporto el mismo Jeff Bezos, el cohete, denominado New Shepard, alcanzó una altura de 62 millas (unos 100 kilómetros) y luego comenzó a caer. A una altura de 4,900 pies (1.493 metros), el dispositivo activo sus propulsores para controlar la caída. Se especificó que al menos en el vuelo de prueba de ayer, el cohete aterrizó cayendo a una velocidad de 4.4 millas por hora (el equivalente a 7 kilómetros) de pie exactamente en la misma plataforma en la que fue lanzado.
El vuelo tuvo lugar en Van Horn, Texas. Cabe destacar que dicha prueba, y de hecho todas las realizadas por Blue Origin, son llevadas a cabo con una completa discreción por lo que nadie ajeno a la empresa puede reportar con exactitud lo acontecido. Se ha dado a conocer un vídeo con los detalles pero Bezos y su compañía no revelan muchos detalles debido a la «carrera espacial» que su compañía mantiene con SpaceX para llevar civiles al espacio.
«Realmente es un paso hacia poder reciclar cohetes«, expresó en una entrevista John M. Logsdon, quien es profesor emérito en el Instituto de Estudios Espaciales de la Universidad George Washington. «Aunque los transbordadores de la NASA también se volvían a usar tras sus misiones espaciales, eran mucho más costosos que los cohetes que el lanzado ayer por la compañía de Bezos,» destacó.
