Cuatro de las mayores empresas tecnológicas con sede en Silicon Valley – Apple, Google, Intel y Adobe – han llegado a un acuerdo con los más de 60.000 empleados que presentaron una demanda colectiva en 2011. El acuerdo, que contempla una compensación económica de 324 millones de dólares, evitará el juicio y hará que los demandantes presenten el próximo 27 de mayo un documento ante la corte judicial detallando la retirada de la demanda.
La demanda interpuesta por los empleados de estas empresas se debe a un acuerdo que firmó este grupo de empresas en 2010. El acuerdo, que inicialmente incluía a otras empresas como Disney e Intuit, tenía como eje el compromiso de no «robarse» a los mejores ingenieros entre sí, impidiendo el flujo natural de empleados y una potencial fuga de cerebros hacia una u otra empresa.
La neutralización de esta demanda es una buena noticia para las empresas acusadas, ya que algunos analistas afirman que de no haberse resuelto de esta manera, el juicio podría haber impuesto una compensación de hasta 3.000 millones de dólares por parte de las compañías citadas a sus empleados.
El espinoso asunto se está siguiendo con atención especial en Estados Unidos, ya que en Silicon Valley se concentra la élite tecnológica del país y algunas de las empresas más relevantes del panorama tecnológico global. Además, algunas fuentes señalan que el escándalo de los acuerdos anti fuga de cerebros podrían haber salpicado a personalidades tan públicas como el CEO de Google, Eric Schmidt, el célebre director Steven Spielberg o incluso el difunto fundador de Apple, Steve Jobs.