La salud es el aspecto más importante que nunca debe dejar de cuidarse. En la actualidad es posible controlarla gracias a todos los avances de investigación que los científicos han llevado a cabo. La tecnología también se ha sumado a ellos y existen dispositivos que registran las funciones vitales para su análisis. Google X, la división experimental de la compañía, no ha dudado en crear un elemento que pudiera ayudar a la investigación médica, y así ha nacido su propia pulsera.
Gracias a ella será posible medir el pulso, ritmo cardíaco y temperatura de la piel así como información ambiental que pueda influirles. El responsable del equipo de ciencias de la vida, Andy Conrad declaró que «Nuestra intención es que se convierta en un dispositivo médico que se les recete a los pacientes o se use en los ensayos clínicos«. Está claro que Google piensa en el ámbito de la salud y algunas de sus últimas creaciones lo avalan.
Aunque la empresa ya cuenta con su aplicación Google Fit, el contacto con médicos y farmacéuticas es importante. El que puedan realizar seguimientos continuos y en directo de lo que les ocurre a sus pacientes sería un gran avance a la hora de elaborar los tratamientos. Las aplicaciones de Google están presentes en los dispositivos Android Wear, pero como explicó el propio Conrad, puede haber aspectos en los que no son completamente rigurosas para la ciencia.
De igual modo hay que tener en cuenta que los pacientes muchas veces no pueden recoger ellos mismos todos los datos. Es en ese momento en el que la pulsera de Google se convierte en un accesorio que beneficiaría a ambas partes. Quizá aún no se extienda todo lo que la empresa y médicos desearían, sin embargo Conrad espera que dentro de unos años todos puedan dárselo a sus pacientes y cuidarles mejor. Ojalá sea así y el mundo pueda disfrutar de ella.