Los sismos son impredecibles, suelen sorprendernos en los momentos menos esperados y no hay forma de estar preparados ante un siniestro de esta naturaleza. Pero Google siempre pone a nuestro alcance algunas herramientas que pueden ser de gran utilidad, como este servicio oficial que permitirá que los dispositivos móviles con sistemas operativos Android puedan detectar actividad sísmica.
Parece curioso que no se hubiese planteado en el pasado ofrecer a los usuarios la posibilidad de acceder a una herramienta de detección y evaluación de sismos. Muchos van a Twitter para confirmar sus sospechas, o verifican en sitios webs internacionales que postean los datos en tiempo real cuando se generan movimientos telúricos en diferentes partes del mundo.
Pues Google, tomando en cuenta la carencia de una herramienta útil que aporte datos verificados, se dispone a ofrecernos esta opción para llevarla en nuestros móviles. La mayoría de los usuarios utilizan Android, por lo que, esta característica llegará principalmente para los usuarios de este sistema operativo.
Algunos dirán que existen aplicaciones dedicadas a esta función, pero lo importante de esto es que es una característica que llegaría incorporada en el sistema operativo, por lo que no tendríamos que instalar ningún recurso adicional en nuestro smartphone para poder acceder a la característica.
La dinámica consiste en que los celulares que hayan incluido la característica puedan aportar datos con su acelerómetro, lo que, al sincronizarse con los datos de las autoridades locales, se puede incrementar la precisión de los registros de movimientos obtenidos a través de la herramienta. También se puede obtener información de los puntos donde hubo mayor actividad.
Según el estudio, la Ola P, u “Ola Primaria”, puede ser detectada por los teléfonos celulares, mientras que la Onda S, la “Ola Secundaria”, puede complementar la información informando sobre la posibilidad de un movimiento telúrico en proceso. Los teléfonos podrían ofrecer recomendaciones y avisos, convirtiéndose en los nuevos sismógrafos portátiles que todos debíamos tener desde hace ya un tiempo.