Debido a la gran cantidad de hechos lamentables que se han llevado a cabo en los Estados Unidos, vinculados a la violencia, el representante republicano del Distrito 28 de la Cámara de Representantes de Rhode Island, Estados Unidos, ha expuesto su posición adversa con respecto a los videojuegos que tengan algún contenido de violencia.
Se trata de Robert Nardolillo, quien ha iniciado una propuesta de ley, la cual tiene como principal objetivo aumentar los impuestos para aquellos videojuegos que entren en la categoría dirigida únicamente para mayores de edad.
Actualmente, en el mercado hay una gran cantidad de juegos clasificados como únicamente para adultos por la ESRB. Estos serán los afectados en caso de aprobarse este nuevo impuesto adicional.
Aunque esto podría afectar indirectamente a las compañías desarrolladoras, los usuarios también se verían afectados, ya que, tendrían que pagar un 10% adicional en los juegos que cuenten con estas características.
El trasfondo de esta iniciativa tiene como objetivo alimentar financieramente algunos programas de salud mental en algunas escuelas que no cuenten con los recursos económicos suficientes para respaldar estas iniciativas.
Es de dominio público, que muchos niños, desde una edad muy precoz, permanecen expuestos constantemente a videojuegos que ofrecen un contenido de violencia muy alto, lo que ha demostrado que esto aumenta los niveles de agresividad en los mismos. Los recursos adicionales que ingresen a las escuelas públicas, estarán destinados a canalizar esta agresividad creciente en los niños que tienen acceso a este tipo de videojuegos y transformarlas en actitudes positivas.
Tras el reciente tiroteo que se llevó acabo en Parkland, Florida, donde 17 personas fallecieron, iniciativas como ésta se han salido a la luz, señalando a los juegos de vídeo como culpables indirectos de situaciones irregulares y lamentables como esta.
Para Robert Nardolillo, el verdadero daño radica en la agresividad y violencia que se ve alimentada por los videojuegos, ya que, piensa que la regulación de la venta de armas no solventará la situación.