Hubo un momento, allá por el 2015, que todo el mundo hablaba de la gamificación y de cómo podría ser un agente de cambio para el aprendizaje. Para mucha gente no resultó una idea atractiva, pero es indudable que, cuando jugamos, aprendemos mejor. Por eso los videojuegos prosperan vendiendo sin parar y confrontando la piratería como pocos sectores hacen. Es un hecho que, a lo largo de la historia de la humanidad, muchos juegos han sido creados para aprender. Como en el caso de los naipes y cartas de juego que servían para aprender a contar mientras te apostabas tus fichas, o tu casa, o tu carro.
En este contexto, muchos expertos han regresado a las conversaciones sobre la importancia de las soft skills en el mundo del videojuego. Un proyecto financiado por la UE, además, quiere impulsar el desarrollo de las capacidades blandas en este sector para ayudar a las empresas a optimizar procesos de trabajo y evitar pérdidas económicas, y fomentar la idea de que las habilidades blandas se desarrollan gracias al uso de los videojuegos.
Sí, si eres gamer es más probable que estés desarrollando capacidades útiles para tu futuro profesional. Que te sirva de respuesta para cada vez que alguien te dice que los videojuegos no sirven para nada. De hecho, según a qué tipo de juego estás enganchado, desarrollas una capacidad más que otra. Por ejemplo, en los juegos de estrategia, se desarrollan más capacidades analíticas.
De cara a las profesiones del futuro, ser capaz de desarrollar la creatividad y la capacidad de adaptación frente a la incertidumbre da una ventaja y una mayor posibilidad de encontrar un trabajo, aunque la inteligencia artificial (IA) juegue el papel de destructor de ciertos tipos de profesiones. Jugar se transforma en una manera de diferenciarte y ser más competitivo en el mundo laboral.
En los próximos años, los expertos se plantean la posibilidad de desarrollar sistemas de mejora de cuatro tipos de soft skills a través de dos videojuegos. La idea es valorar con un gráfico radial el nivel profesional actual de una persona y luego hacer seguimiento de su evolución personal. Un tipo de información que también va como anillo al dedo para métricas de empresas del videojuego.
Aun los juegos como los de deportes, FIFA, por ejemplo, ayudan a los jugadores a entender gráficos que te marcan la diferencia al momento de elegir un equipo u otro, o un jugador u otro. Estas destrezas ayudarán a las empresas a contratarte de una forma más fácil si las desarrollas bien y eres capaz de llevarlas al mercado laboral. La idea de transformar tu currículo en una pieza más visual y dinámica es fascinante, puede abrir escenarios donde la visualización de datos juega un papel clave.
Las otras dos patas clave de este movimiento son el lado financiero y el lado tecnológico, porque ambos pueden beneficiar y potenciar a los profesionales de lo audiovisual. En este contexto, por un lado, se fomenta la conexión con el mundo financiero para que los proyectos prosperen y consigan reconocimiento, y por el otro, se impulsa el lado tecnológico como eje importante para optimizar procesos o ampliar el tipo de aplicación.
Por ejemplo, perfiles como el de Lorena González, cofundadora de la asociación INMERSIVA XR, ayudan a empresas tradicionales a entender cómo contratar experiencias inmersivas e interactivas. González es una facilitadora, agiliza la búsqueda de profesionales y promueve una actividad de counseling necesaria para encontrar la solución adecuada en un sector con una oferta demasiado heterogénea. De hecho, Inmersiva XR al ser una bisagra entre distintos stakeholders fomenta también la formación para ampliar conocimiento sobre la realidad extendida.
En Inmersiva XR tratan un espectro muy amplio de tecnologías, incorporan las que tienen que ver también con la animación como video 360° o vídeo volumétrico. Intentan dar visibilidad a las empresas de animación y fomentar más talento y más oportunidades para que el sector adquiera una identidad propia para obtener ayudas específicas y una mayor consideración local e internacional.