El sensor Kinect ya se podrá adquirir por separado a partir del 7 de octubre en Estados Unidos, así lo anunció Microsoft en la página oficial de Xbox. Luego de que el Xbox One sin Kinect saliera a la venta por $399 USD desde junio pasado, el siguiente paso era sacar al mercado el sensor por separado, en un precio de $149.99 USD.
La estrategia de vender la consola sin el sensor, además de resultar en un precio más bajo para el consumidor, también representó para Microsoft el aumento de las ventas, que se han multiplicado por lo doble. Sin embargo, la compañía resaltó que “el periférico es y seguirá siendo parte integral de la consola y la experiencia que con ella se puede tener.”
De acuerdo a lo publicado en Gamerfocus, aunque la decisión de comprar o no el Kinect ahora queda en manos del usuario, Microsoft apunta que la Xbox One funciona mucho mejor con el sensor, pues ofrece un “sin fin de posibilidades a la hora de interactuar por medio de comandos de voz y gestos con todas las aplicaciones que tiene; Kinect permite acceder a los servicios de la consola de una forma más fluida y cómoda, haciendo uso así del 100% de las capacidades de ésta.”
Al comprar por separado el Kinect, éste viene con un regalo: una copia digital del juego Dance Central Spotlight de Harmonix.