No digo nada nuevo si afirmo que vivimos en un mundo muy visual en el que es complicado hacerse notar si no se aceptan ciertas reglas de juego. Cuando me reúno con mis clientes, una de las primeras cosas que les pregunto es si ya tienen un sitio web, una biografía y una foto profesional de presentación. Os sorprendería saber la cantidad de ellos que responden no a todo o a dos de esos tres elementos. Hago esta pregunta siempre con el objeto de hacerme una idea de la postura de mi cliente sobre la marca y sobre cómo se ven a si mismos. La marca personal es fundamental para llegar a clientes potenciales y deja una duradera impresión de profesionalidad. Las redes sociales son las compañeras de viajes inseparables de la marca personal, porque son el vehículo que transmite el mensaje de la marca. Si no te ves a ti mismo o a tu negocio como una marca, estás perdiendo muchos trenes.
A continuación te ofrecemos cinco consejos para ayudarte a iniciar el desarrollo de tu marca personal.
1. Escribe tu bio: Redacta tu bio, y dedícale tiempo, asegúrate de que el resultado es bueno. Es tu oportunidad de resaltar quién eres, cómo eres, de dónde vienes y dónde quieres llegar, tus pasiones, intereses… Es la parte más personal de tu marca y la que seguramente más llegue a la gente. Debes tener una versión larga y otra corta.
2. Selecciona con prudencia las redes sociales donde estarás presente: No todas son iguales, ni tienes que estar presente en todas, que hay muchas. Lo que es importante es que tu mensaje sea coherente, organizado y llegue a las personas correctas, sea en Facebook o en Instagram o en cualquier otra. Cuida tu contenido, piensa en la audiencia y los potenciales beneficios de los contactos que puedes hacer.
3. Fotografía profesional: Es el elemento que mis clientes menos cuidan. Muchos se ocupan correctamente otras áreas de la marca personal, como el contenido o sus sitios web, pero fallan en la foto. No pongas un selfie de cuando estabas en la playa en un sitio profesional, te cargas todas las ventajas que hayas conseguido con el contenido o la bio. Paga una fotografía profesional, de estudio, en la que salgas lo mejor posible. Si hay un elemento que indique que eres un profesional y te tomas en serio tu negocio, tus clientes y tus seguidores, es una fotografía de estudio.
4. El sitio web personal: ya tienes tu bio, tu estupenda foto de estudio, un montón de contenido profesional… así que es hora de darle un hogar a todo eso, y ese hogar es tu sitio web personal. No te costará mucho y transmite tu compromiso con lo que haces y tu profesionalidad. Siguen siendo muchos los clientes potencial que te encontrarán vía web, y si tienes una web propia, profesional y bien hecha, convertirás visitantes en clientes con más facilidad.
5. Tú plan en las redes sociales: Cuando los cimientos de tu marca personal están ya consolidados, llega la hora de ponerse en el escaparate de las redes sociales. Para ello, hay que pensar, analizar y crear un plan para sacarle el máximo valor al tiempo que vas a dedicarle a las redes. Variedad, creatividad, brevedad… apunta esas palabras clave para atraer y mantener la atención de la audiencia. Cada red debe tener su propio contenido, puedes decir lo mismo, pero asegúrate de decirlo de forma diferente y adaptada a cada red, usando etiquetas, hashtags e imágenes.