Investigadores de la NASA han publicado varios estudios científicos revelando insólita información sobre los datos recogidos por su sonda espacial Juno en el planeta Júpiter.
La nave ha observado gigantescos ciclones en los polos de Júpiter, así como un campo magnético alrededor del planeta que es más grande de lo que se creía, y con una forma sorprendentemente irregular. Estos estudios son los primeros de varios documentos que darán a conocer una cantidad de información sin precedentes sobre el planeta más grande del sistema solar.
Los investigadores publicaron dos estudios en la revista Science, y 44 más en Geophysical Research Letters.
Las mediciones de la estructura térmica de la atmósfera de Júpiter también revelaron algunas estructuras inesperadas, que los investigadores han interpretado como una posible acumulación de amoniaco que brota de las partes más profundas de esta atmósfera, originando tormentas.
Los científicos ya sabían Júpiter presentaba un fuerte campo magnético, pero los nuevos datos revelan que es mucho más grande e irregular de lo que pensaban. «Podemos ver que el campo magnético se ve abultado: es más fuerte en algunas partes y más débil en otras», asegura John Connerney, investigador del segundo estudio publicado en Science. «Cada sobrevuelo que ejecutamos nos aproxima a determinar dónde y cómo trabaja esta caracterísitica».
Los datos también parece sugerir que las auroras de Júpiter —que han sido comparadas con las luces del norte y del sur en la Tierra— son causadas por un proceso completamente diferente. En Júpiter, estas auroras son formadas por partículas que se acumulan energía y chocan con las moléculas de la atmósfera.
La sonda espacial Juno fue lanzada en 2011 y llegó a Júpiter en 2016. Su objetivo principal es entender cómo se formó Júpiter y cómo ha cambiado con el tiempo. La nave orbitará el planeta 37 veces, antes de descender en su atmósfera en febrero de 2018.