Las tarjetas de memoria son unos de los accesorios casi imprescindibles de cualquier dispositivo. Tanto si se desea almacenar más datos dentro del mismo como poder llevarlos de un lugar a otro cómodamente, son toda una ventaja. La capacidad de estas tarjetas ya era destacable para muchos, sin embargo las tarjetas SD han seguido creciendo hasta alcanzar los 512 GB.
Esto supone que en un espacio extremadamente reducido, los usuarios pueden llegar a almacenar más datos que en discos duros de los propios ordenadores. Marcas como Kingston o SanDisk llevan ofreciendo desde hace años diferentes tamaños de tarjetas SD, pero no llegaban a tal envergadura. SanDisk fue el primero en ofrecer este tamaño, y ahora Kingston cuenta con tarjetas SD de 256 GB. La marca asegura que los usuarios disfrutarán de una velocidad de escritura y lectura de 45 MB y 90 MB por segundo respectivamente. De ese modo todos los aficionados a la fotografía y captura de vídeo realizada con los móviles podrán obtener rapidez y calidad al mismo tiempo.
Sin embargo las tarjetas SD no son las únicas que han aumentado su capacidad. Las micro SD, destinadas casi exclusivamente a los teléfonos móviles, han llegado a los 128 GB, algo impensable hace apenas unos años. Seguramente en poco tiempo el resto de marcas ofrecerán esta cantidad de almacenamiento, y tampoco puede negarse que el terabyte estará pronto presente en estas pequeñas tarjetas.