Luego de que Ericsson publicara un comunicado en el que se deja ver parte de la normativa que rige a las plataformas comunicacionales, resulta pertinente contemplar si realmente el 5G ha cumplido con las expectativas planteadas. Las promesas de accesibilidad fijadas tras la incorporación de esta plataforma desde el 2020 no parecen abarcar una porción demasiado significativa de lo que muchas regiones esperaban. Sin embargo, es inevitable pensar en lo que nos depara el futuro y las correcciones que podrían llevarse a cabo con relación a la tecnología actual en la versión siguiente.
El lanzamiento de la plataforma 6G deberá esperar hasta el año 2030, tiempo establecido dentro de los acuerdos que asegura Ericsson. Debe transcurrir un periodo de 10 años para que una nueva plataforma de conectividad sea incorporada, tiempo suficiente para que se lleven a cabo las correcciones y cambios prudentes para poder mejorar los aspectos que probablemente no han funcionado de la manera esperada. Según Ericsson, se trata de un periodo de aprendizaje en el que se pueden estudiar y analizar los aspectos más relevantes de los resultados aportados por el 5G.
Son muchas las limitaciones técnicas que han tenido que enfrentarse, algo que se ha visto reflejado en el desempeño de esta plataforma, la cual no ha llegado a todas partes del mundo como se esperaba. Los resultados mostrados hasta la fecha mantienen una perspectiva escéptica por parte de los usuarios, los cuales esperan con ansias que las promesas sean cumplidas finalmente. Promesas que se edificaban en una optimización del internet de las cosas, una menor latencia y accesibilidad a nuevas bandas que serán un soporte indispensable para un futuro que dependerá enormemente de la velocidad en la transferencia de datos.
Sin embargo, parece temprano para hablar de 6G, ya que será en 2027 cuando se aprueben los acuerdos vinculados a la nueva asignación de frecuencias para las redes 6G que se discutirán en la UIT en Dubai.